La cumbre del G-20 la semana que viene en Pittsburg se realiza cinco meses después de que el grupo de las principales 20 economías del mundo se reuniera en Londres. Obama señaló que la reunión ofrecerá una buena oportunidad para revisar las medidas que cada país ha tomado _de forma separada y conjunta_ para romper con las bases de la crisis económica. El presidente recordó que la última reunión del G-20, en abril, ocurrió en el punto álgido de la crisis.
Obama indicó que se han tomado pasos importantes para mejorar la economía estadounidense: un paquete de rescate financiero, esfuerzos para revitalizar los mercados de crédito y la oferta de más préstamos para gente interesada en invertir en casas, automóviles, educación o el financiamiento de pequeños negocios. Sin embargo, el presidente dijo que su gobierno sabe que frenar los efectos negativos de la crisis no es suficiente.
«Sabemos que aún tenemos mucho que hacer aquí para crear una economía que genere buenos puestos de trabajo para todos aquellos que buscan empleo hoy», indicó el presidente. «Y sabemos que tenemos mucho que hacer, junto a otros países alrededor del mundo, para reforzar las normas que gobiernan los mercados financieros y asegurar que nunca jamás nos volvamos a encontrar en la precaria situación en la que nos encontrábamos hace tan sólo un año», afirmó.
Obama destacó que es necesario renovar las normas que dominan los mercados y las firmas financieras y por ese motivo, durante la reunión del G-20, se discutirán los pasos necesarios para «salvaguardar el sistema financiero global» y cerrar los huecos regulatorios alrededor del mundo. Esos huecos, dijo Obama, «han permitido una política de riesgos imprudentes y una irresponsabilidad que llevó a la crisis».