(Aeronoticias) Hoy hacen 79 años que se unió por primera vez Lima con Buenos Aires por la vía aérea en un avión Stinson, remodelado en el Perú por Faucett y piloteado por el aviador cajamarquino Armando Revoredo Iglesias, quien entonces tenía 37 años de edad.
Fue el 28 de Marzo de 1937, cuando el intrépido piloto elevó su máquina para cubrir después 3 mil 300 kilómetros en 13 horas y 38 minutos en un vuelo virtualmente realizado a ciegas pues no disponía más instrumentos que lo que los pilotos de la época llamaban el » puntero» y la «bola».
El «Stinson-Faucett» N° 17 fue construido íntegramente por mecánicos peruanos bajo la dirección de Elmer Faucett, célebre empresario norteamericano por cuyo empeño se fabricaron después una treintena de estos aviones caracterizados por su emblemático color naranja.
Por su parte Armando Revoredo, quien ya había unido Lima con Bogotá en 1935 y después Los Angeles con Lima en 1939 comandando la famosa escuadrilla «Los Zorros» que aterrizó en todas las capitales de América del Sur, tuvo un descollante desempeño en la aviación peruana.
Efectivamente, Revoredo, originalmente médico, llegó a ser Director General de la DGAC, Ministro de Aeronaútica, Embajador, Canciller y Premier, aparte de desempeñarse en la vida privada como Presidente del Directorio de la Compañia de Aviación Faucett, a la cual sirvió hasta su muerte acaecida el 28 de Junio de 1978 a los 81 años de edad.
Sin duda, los nombres de Armando Revoredo y Elmer Faucett están ligados eternamente con nuestra aviación civil que tuvo su época de gloria cuando ellos la dirigieron pero ahora está reducida a su mínima expresión por culpa de estadistas sin visión de futuro, a pesar de sus públicas y solemnes promesas.