(Aeronoticias) Las turbulencias son habituales e incómodas compañeras de viaje durante un vuelo. De hecho, a muchos pasajeros generan miedo y dudas sobre la seguridad de su viaje. ¿Hay que temer realmente por ellas?
Estas se producen cuando dos corrientes de aire chocan a diferentes velocidades. Se pueden predecir, aunque nunca de manera exacta en cuanto al momento en que se producirán y su intensidad. Esto hace que ‘aparezcan’ por sorpresa e incomoden a muchos pasajeros, especialmente si son violentas.
Patrick Smith, autor de Cockpit Confidential, aclara que en ningún caso una turbulencia puede provocar el accidente de un avión. En el peor de los casos, puede provocar contusiones en los pasajeros.
¿Y un rayo?
Otra de las dudas de los pasajeros al tomar un vuelo es si una fuerte tormenta puede afectar al avión. En especial, el impacto de un rayo, algo que ocurre rara vez aunque no es imposible.
Los aviones actuales están fabricados de manera que el impacto de un rayo no provoque un accidente fatal, aunque existen formas de evitar el encuentro con ellos.
El capitán Steven Draper, portavoz de Balpa, aclara que los pilotos están preparados para actuar ante una fuerte tormenta eléctrica y, además, el uso de radar hace que puedan evitar las peores áreas de estas si llega el caso. “En la mayoría de ocasiones, el daño es mínimo o inexistente. Si una parte del avión resulta afectada por el impacto de un rayo suele remplazarse inmediatamente”.
Fuente: 20 Minutos