Crítica de Opera Turandot

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(Aeronoticias).- Turandot, ópera de Giacomo Puccini, es una obra de clara preferencia de todos. Posee los ingredientes para gustar a los públicos del mundo. Su misterioso argumento basado en una leyenda china de hace siglos, su bellísima música, el fastuoso vestuario e impresionante escenario la hacen un regalo visual.

Una princesa China hija del Emperador no ha conseguido casarse por que insiste que para hacerlo cualquier candidato tiene que acertar en 3 enigmas que ella le formule, como es soberbia y esta persuadida que no hay mortal que pueda reunir esas condiciones, ya han muerto por esa causa miles de postulantes, hasta que un terco y enamorado príncipe que se presenta muy valiente a postular a la mano de la princesa recibe una enorme cantidad de advertencias para que no lo haga, pues perderá la vida como los demás. Este candidato tiene la fe en que acertará todos los enigmas e insiste a pesar de los ruegos de su padre, su incondicional amiga, y el pueblo en general.

Desde luego que acierta y gana pero la princesa no se rinde. Ha sentido algo que hace que ese hombre no le sea del todo indiferente, pero Calef le pone una trampa a ella le dice: «si descubres mi nombre acepto el reto y me dejo matar.» Allí surge la nobleza y sacrificio de la joven Liu que está enamorada del príncipe y no duda en sacrificar su vida para que el sea feliz.

Turandot esta desconcertada pues ha sentido algo por primera vez en su vida una emoción frente a este hombre que ahora la reta a ella pidiéndole que si dice su nombre, se irá sin replicar. Liu ha muerto sin decirle nada y el propio príncipe, le dice: «Soy Calef», ella por fin se rinde y acepta casarse con él.

Esta gran opera  no la terminó de crear Giacomo Puccini pues falleció  en Bruselas cuando regresaba de Oriente. Los libretistas así como el músico se pusieron de acuerdo en darle un final respetando los apunte del autor fielmente, y darle al mundo esta obra de arte que es esta ópera.

El elenco que le ha dado vida en estas dos funciones en el Teatro Nacional son la gran Soprano dramática, Othalie Graham, el Tenor peruano, Andrés Veramendi, que cantando el Nesun Dorma, ha levantado al público en un bravo general. Enhorabuena, Tenor.

Muy bien secundado por Svetla Krasteva que ha dado vida a la noble Liu y el Baritono Ariel Cazes así como el resto del elenco.

Para Romanza y al doctor Enrique Bernales Ballesteros, nuestro agradecimiento por ofrecer aunque corta esta magnifica temporada de ópera.

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