(Aeronoticias) El 17 de julio de 2014, el avión de pasajeros Boeing-777 de la empresa Malaysian Airlines que estaba realizando el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur fue derribado por un misil en el este de Ucrania. Como resultado de esta tragedia aérea, una de las mayores de los últimos decenios, murieron 298 personas: 283 pasajeros y 15 tripulantes. Entre los fallecidos estaban ciudadanos de 10 países, incluidos 80 niños y dos bebés.
El 21 de julio de 2014, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente la Resolución 2166 que exhortaba a la conducción de una investigación independiente e imparcial de este accidente aéreo con el fin de llevar a la justicia a los responsables de este acto terrorista.
La investigación criminal del accidente está siendo llevada a cabo por un grupo de expertos internacionales que forman parte del Equipo Conjunto de Investigación (JIT – Joint Investigation Team) bajo el liderazgo de los Países Bajos y con la participación de Ucrania, Malasia, Australia y Bélgica. Hay que destacar que en su tiempo Rusia se negó a formar parte de este Equipo.
El 28 de septiembre de 2016, el Equipo presentó los resultados preliminares de la investigación criminal del derribo del MH17. Fueron confirmadas las conclusiones del informe técnico publicado el 13 de octubre de 2015 por la Oficina de Seguridad en el Transporte de Holanda.
Ahora quedó comprobado de manera oficial lo que ya se sabía de investigaciones de algunos grupos de expertos independientes: el accidente fue causado por la explosión de una cabeza de guerra instalada en un misil, lanzado por el sistema de misiles «tierra-aire» BUK desde el territorio (localidad de Pervomaiske, región de Donetsk) que se encontraba bajo el control de los terroristas pro-rusos. Además, fue confirmada la ruta por la cual el BUK fue trasportado de Rusia al territorio de Ucrania y devuelto al territorio ruso a través de la parte de la frontera ucraniano-rusa controlada sólo por los rusos y sus títeres secesionistas.
En el curso de la investigación criminal fueron consideradas y rechazadas todas las otras versiones de las causas de esta terrible tragedia. Ello puso fin a todos los intentos de Rusia de desacreditar la actividad del Equipo Conjunto y los resultados de la investigación mediante la difusión de información distorsionada o fabricada.
Es importante señalar el carácter independiente e imparcial de los trabajos del Equipo JIT. Los gobiernos de los países participantes no pueden de manera alguna interferir en el proceso de investigación ni hacer cualquier tipo de comentarios al respecto. En el ámbito del Equipo han trabajado diariamente entre 100 a 200 fiscales, investigadores y expertos de diferentes áreas. Fue un trabajo arduo y minucioso: en dos años fue escrupulosamente analizado el contenido de decenas de contenedores con miles de fragmentos y otros elementos, 1148 de los cuales fueron catalogados como muestras materiales. Además, fueron analizados más de medio millón de fotos y videos, interrogados más de 200 testigos, escuchadas unas 150 mil conversaciones telefónicas – lo que fue documentado en 6 mil actas.
Ucrania, junto con sus socios del JIT, está decididamente dispuesta a descubrir la verdad real y llevar a la justicia a los responsables del derribo del MH17. Para establecer a los autores materiales e intelectuales de este crimen horrendo, detener a los culpables y traerlos a la justicia, seguimos insistiendo en la necesidad de crear un mecanismo internacional eficiente que permita asegurar la imparcialidad del proceso judicial. Al mismo tiempo, hay que destacar que Rusia fue el único país que en julio de 2015 bloqueó la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el establecimiento del Tribunal Internacional para investigar el derribo del MH17, lo que constituye una prueba indirecta y lógica de su participación en el crimen. El uso del veto como «licencia para matar» no sólo es cínico e inaceptable, sino también insulta la memoria de las víctimas inocentes.
Ucrania exhorta a todos los países, incluida Rusia, a cooperar en el marco de la investigación criminal, para cumplir con lo estipulado en la Resolución del Consejo de Seguridad 2166, preparado y aprobado también con el apoyo de la Federación de Rusia. Esperamos que esta vez Moscú cumpla con sus obligaciones, no vuelva a impedir la investigación o encubrir a los verdaderos culpables.
¡La memoria de las víctimas inocentes está clamando por la justicia! Haremos de todo para que la misma sea hecha.
