Caso Julieta Rodríguez: ¿Peruanos horrorosos, marginales y de cuarta?

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(Aeronoticias) ¿Peruanos horrorosos, marginales y de cuarta?- Debo comenzar estas primeras líneas expresando mi profundo rechazo a todo acto de discriminación, nosotros como sociedad, pueblo, nación y Estado no debemos permitir situaciones que denigren lo que somos venga de quien venga. El Perú es un país pluricultural y del cual nos debemos sentir muy orgullosos porque en esa diversidad está nuestra riqueza y origen.

Sin embargo, situaciones como el presente caso propiciado por la  modelo argentina Julieta Rodríguez, quien actualmente radica y trabaja en Perú ha expresado a través de un audio difundido calificativos y adjetivos discriminatorios  e insultantes contra todos los peruanos y peruanas al considerarnos que somos cholos marginales, horrorosos, personas de cuarta,  hecho que denota sin duda un sentimiento de  menosprecio y sesgado que son  elementos constitutivos de la discriminación.

Cuando se refiere a que “los peruanos somos personas de cuarta y cholos marginales” nos ha querido decir que:

Somos personas sin educación, sin roce social, anormales. de lo peor y encima feos. Me pregunto ¿A caso por el hecho de no tener un roce social alto o no salir en las páginas sociales de los periódicos; o no vivir en zonas o distritos dizque exclusivos o tener amigos que sean funcionarios de Estado o en lo político, económico, social y cultural de alto nivel dejamos de ser personas con derechos y deberes?

Habría una discriminación tipo racial, porque nos llama cholos y marginales, en otras palabras nos ha considerado que somos anormales porque marginal es aquel que está apartado de lo que consideramos normal y que por ende ser cholos somos como una amenaza dentro de la sociedad, porque  que venimos de las zonas profundas de nuestro país  y que por ello no tendríamos cabida dentro de nuestra sociedad por ser así.  ¿Qué somos para la modelo Argentina extraterrestres?

 

El que nos digan que somos cholos  no es propiamente un insulto ni una expresión  que pueda avergonzarnos porque estaríamos negando nuestro origen.  La forma como se utiliza esta expresión de modo racial, clasista  y despectivamente es lo que hace aflorar una conducta discriminatoria y más aún tildándonos como marginal pues eso va contra de toda política de inclusión social y del principio de no discriminación que promueve el Estado peruano.

La modelo argentina refleja su escasa  identificación con nuestra cultura y sobre todo con el empoderamiento de la mujer en nuestra sociedad; pues no sabe la modelo acaso que en el Perú tenemos representantes nacionales en el Congreso de la República que provienen de las zonas más profundas de nuestro país a la que seguramente, la modelo  llamaría cholos y cholas por su origen.  Venimos construyendo  una sociedad que integre a todos y a todas en su diversidad cultural e interpretar  la igualdad de derechos, deberes y oportunidades en el marco de esa diversidad.

Me pregunto ¿Somos personas normales si pertenecemos a la farándula,  si salimos en los realities o si somos extranjeros, si utilizamos extensiones en los cabellos o si nos publicitamos con futbolistas famosos para tener cinco segundos de prensa ó tal vez si nos introducimos cirugías para poder facturar..?  Preciso ello, porque este el  mundo al que pertenece la modelo argentina “una chica reality” con el debido respeto que merecen todas las personas que transitan por estos escenarios, creo que el hecho de salir en los medios de comunicación escrita o televisa  y contar intimidades personales y/o familiares no nos da el derecho de ser superiores o mejores que otros. Cada persona es responsable del ejercicio de sus libertades.  Si  incurrimos en un abuso del derecho pues asumiremos las consecuencias de los mismos.

Hay muchas inteligencias humanas que estamos detrás de cámaras y reflectores produciendo y, que con nuestras opiniones –por cierto- no facturadas propiciamos una cultura de respeto a nuestros derechos y de no discriminación. La democracia tampoco  nos da la licencia para insultar o discriminar como parte del ejercicio de opinión, porque el ejercicio de nuestros derechos se tiene que  efectivizar con responsabilidad. Una libertad sin responsabilidad no es libertad y menos un derecho, por el contrario, tipifica un abuso del derecho. En el marco de una corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad en lo que se refiere a la promoción y difusión de derechos humanos se viene impulsando una conciencia colectiva para no discriminar porque sabemos que la discriminación nos desintegra socialmente y anula toda posibilidad de construir nuestra identidad nacional.

Ahora bien  veamos la cara de la moneda del presente caso. Me pregunto: ¿Acaso nos dieron de nuestra propia medicina?- Si bien, hemos de reconocer que en nuestra sociedad también se producen actos de discriminación entre peruanos, ello  no significa que vayamos a permitir comportamientos discriminatorios como es el presente caso provenga de un nacional o de un extranjero. Cuando se siente el sabor de la discriminación como nos lo han hecho sentir, debería producirnos un impacto a la conciencia, si no nos gusta que nos discriminen no discriminemos. ¡Así de sencillo!

No manejemos un doble  discurso o una falsa moral ni tampoco respondamos frente a un acto de discriminación con otro similar. Tenemos que aprender a no discriminar y para ello, es necesario un cambio de actitud, gestos, miradas, llamar a las personas por sus respectivos nombres, no colocar sobrenombres o calificativos en función al físico, raza,  sexo, origen, religión, entre otros, no mofarnos  por su apariencia o por la forma como  nos vestimos, menos por ser humildes, sencillos o por no saber utilizar los cubiertos o no saber expresarnos en público o hablar otro idioma o dialecto. ¿Por qué cuesta tanto aceptarnos?

A la discriminación no se le puede justificar  porque es reducir a una persona a su mínima expresión, es hacerlo sentir que no tiene ningún valor dentro de la sociedad por su condición racial o de cualquier otra índole, como nos lo ha hecho sentir la modelo argentina y que gracias a los cholos y cholas y a los peruanos horrorosos, tiene un trabajo y se le dado una amplia publicidad para su facturación.

Me pregunto ¿Qué tendrían que decir ahora los empresarios nacionales  y los programas de realities que la contrataron? ¿Y los medios de comunicación que le dieron amplia cobertura para sus titulares? ¿A caso en el Perú no hay peruanos y peruanas con talento?

Sin duda este caso comporta un delito de discriminación y al igual que otros casos, las autoridades deberían asumir en el marco de sus funciones y competencias el tratamiento del mismo, toda vez, que se ha configurado el delito en mención del artículo 323 del código penal.  Que este hecho sirva también de lección a los empresarios nacionales y medios de comunicación, que los peruanos y las peruanas somos personas con muchas cualidades, habilidades, talentos que esperan su oportunidad. Me gustaría ver algún programa de televisión o radial que promueva nuestra cultura y origen en lugar de los realities; pero no en el formato de la “paisana Jacinta” que es un programa que denigra a la mujer indígena.

Lo que me extraña es que el Ministerio de Cultura no se haya pronunciado al respecto sobre todo porque su propia política sectorial está en función a garantizar el respeto a la diversidad cultural, identidad nacional y no discriminación. Si bien es cierto la Superintendencia de Migraciones y el Ministerio de Relaciones Exteriores son autoridades competentes  en lo relacionado a la situación de migrantes en nuestro país de conformidad con el  Decreto Legislativo 1236, no menos es cierto que en aplicacion de  la transversalidad de los derechos humanos, correspondería también al sector cultura emitir un comunicado al respecto en función a sus líneas de base.

Todas  las personas nacionales y extranjeros que se encuentren dentro del  Estado peruano tienen la obligación de respetar la Constitución y la Ley. De acuerdo con el Decreto Legislativo Nº 1236  “Decreto legislativo  de Migraciones” publicado en el Diario Oficial el Peruano  el 26 de setiembre de 2015, señala  en su articulo I del titulo preliminar que “el Estado reconoce el aporte de los migrantes internacionales a la cultura, economía, ciencia,  y diversas facetas del desarrollo de las naciones (.)”. En concordancia con el  articulo  VI también del Titulo Preliminar  sobre el principio de No Discriminación al señalar que “El Estado promueve la abolición de todo tipo de discriminación, así como la eliminación de todo tipo  de prejuicio en materia migratoria, rechaza de manera especial la xenofobia y el racismo”. Asimismo, el artículo 12 que trata de los deberes y obligaciones  que tienen los extranjeros que son las mismas que tiene un nacional de acuerdo al marco normativo vigente (…)”; y  artículo 86 que trata de la salida obligatoria  como una infracción siendo el literal (a) la que podría ajustarse al presente caso, por realizar actividades que no corresponden a la calidad migratoria asignada o desnaturalizarse.

La modelo argentina violó el principio de no discriminación y desnaturalizó su condición de migrante internacional. La discriminación es un delito, y de acuerdo con este cuerpo normativo, el Estado promueve  la abolición de todo tipo de discriminación. El comportamiento discriminatorio en la que ha incurrido la modelo en nada aporta por a la cultura y por ende ha desnaturalizado su formalización migratoria, porque ello se promueve  en función  al reconocimiento del aporte de los migrantes internacionales en el desarrollo del país. Los actos de discriminación causa desintegración social y eso no es un beneficio para el país.

(*)Abogada egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres  Colegiada. Egresada de la Maestría en derechos humanos y derecho constitucional  por la Universidad Alas Peruanas. Diplomada como especialista en Derechos Humanos por la Universidad de Derechos Humanos de Ginebra Suiza. Diplomada en Relaciones Internacionales por la Academia Diplomática del Perú. Diplomada en Derechos Económicos, Sociales y Culturales por el Colegio Universitario Henry Dunant-Suiza. Docente universitaria en materia de derechos humanos. Correo: catedraddhh1073@gmail.com

 

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