Entre ellos, cartas, mapas originales, libretas de anotaciones, herramientas, calzado, municiones, banderas, insignias, chapas de identificación y rosarios. Estas piezas, que estuvieron guardadas durante décadas, ya fueron vistas por 50.000 personas en el país. «Su exhibición pública es un intento de abordar los significados y sentimientos que aún genera el conflicto bélico de Malvinas», indicaron los organizadores.
«Y es también un reconocimiento y un homenaje a todos nuestros caídos», mencionaron voceros de la Secretaría de Cultura de la Nación en un comunicado. Apenas concluida la Guerra de Malvinas, los británicos se ofrecieron a trasladar hasta el continente a los muertos argentinos. Llamaron a la propuesta «operativo de repatriación de los restos de los soldados argentinos».
Los familiares de los caídos se opusieron: «no se puede repatriar lo que ya está en la Patria», contestaron. De esta manera lograron imponer como criterio que es un derecho ganado de los combatientes descansar en el suelo cuya defensa les costó la vida.
Aeronoticias resalta que en 1998, los familiares propusieron construir un monumento en su homenaje en el Cementerio Argentino de Darwin, que finalmente fue erigido en 2004. En este monumento, están inscriptos los nombres de los 649 caídos. Significó también el reemplazo de las cruces originales por otras más robustas, hechas en madera de lapacho. Aquellas antiguas cruces fueron traídas al continente, y son las que se exhibirán frente al Obelisco porteño.
La muestra «Malvinas: islas de la memoria» cuenta también con el apoyo de la Universidad Nacional de Lanús que, junto con la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, ha constituido el Observatorio Malvinas. Además, fue declarada de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación y por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.