(Aeronoticias).- A propósito de la segunda Moción de la Vacancia Presidencial:
¿Dra. Llatas qué opinión le merece la situación política en el Perú, a propósito de que este jueves 22 de marzo se votará la segunda Moción de Vacancia Presidencial en el Congreso de la República?
Lo primero que debo decir es que lamentablemente los actores políticos en el Perú han convertido a la política concebida como el “arte para gobernar” en algo tóxico, contaminado, irresistible, es decir, que el pueblo peruano no lo puedo tolerar, la relación de gobernante y gobernados está desgastada, se ha perdido toda credibilidad y legitimidad en ésta relación, por eso es tóxico. Tenemos un terrible estrés político que nos está conduciendo a una incertidumbre política muy grande.
Voces del Congreso, afirman la presunta “compra de congresistas” para que no voten por la vacancia. Mira a lo que hemos llegado, esto es precisamente lo que se califica como tóxico en lo político, un ataque constante entre poderes del Estado (Congreso y Ejecutivo y viceversa).
Hasta antes de darse a conocer acerca de los videos y/o audios difundidos por fuerza popular, en el que el Perú ha sido testigo de cómo Kenyi Fujimori y sus amigos negocian con el Ejecutivo la “compra de votos para no vacar al Presidente”, te puedo decir que una postura muy cómoda era por el bien del Perú, el Presidente de la República debería de continuar con su mandato constitucional. Yo te diría que esto es también tóxico, porque como es pedirle a una víctima de violencia familiar que siga conviviendo con su agresor y que tiene que aguantarlo por el bien de su familia. Eso es inaceptable. No hay que ser “hipócritas” y esta florida posición de algunos actores políticos no hace más que evidenciar una postura muy conveniente a sus intereses personalísimos y te aseguro que no es por el país. Ahora que se conoce a ciencia cierta como Kenyi Fujimori, sus amigos, algunos Ministros y PPK se repartían al Perú; por ello, la política peruana está intoxicada, contaminada y el pueblo aquí tiene que tomar una decisión. Es necesario, cambiar a quienes no representan los intereses nacionales, no tenemos por qué soportar a congresistas por cinco años cuando corrompen y negocian con las obras públicas, no tenemos que tolerar a quienes han perdido toda legitimidad .
El Perú ha sido testigo de lo mal que se viene gobernando, relaciones o actos que el propio presidente le ha ocultado al pueblo en su relación con el caso Odebrecht y dada las últimas informaciones de la unidad de inteligencia financiera, no hace más que evidenciar una comprometida participación del presidente de la República con la más grande corrupción de Odebrecht. Yo me pregunto, si el presidente sabía de ésta situación ¿Por qué se postuló entonces a la presidencia de la Republica?, por eso los actores políticos han hecho de la política “algo tóxico”.
Es tóxico además por el incumplimiento de promesas en campañas electorales, falsificación de títulos o grados académicos en algunos políticos para postular a cargos de votación popular; tenemos un presidente que está condenando a todo un país a un gobierno sin brújula, viendo la forma de cómo se salva o quien ésta vez lo puede salvar de una inminente vacancia. El fenómeno Odebrecht ha “desenmascarado” a los políticos de este país respecto a sus “negociados” con obras públicas, aportes de campañas, licitaciones, entre otros, en algunos con mayores indicios y pruebas evidenciadas de tales negociados que en su oportunidad la justicia tendrá que terminar de resolver estos conflictos de intereses. No entendemos por qué algunos están en la cárcel y otros no, La justicia en el Perú también esta terriblemente contaminada e incide directamente en la política peruana.
¿Usted considera que el presidente del Perú debe renunciar o esperar que resuelva a la vacancia?
La vacancia presidencial es facultad del Congreso de la República, ahora lo que yo percibo es que esta facultad si estaba siendo promovida incorrectamente teniendo por base el “revanchismo político” en el entendido de que hay una predisposición principalmente de la bancada parlamentaria Fuerza Popular (los keikistas) y ahora sus aliados estratégicos por así decirlo, de que el Presidente de la República no continúe con su mandato constitucional. Ahora esto tiene un origen y es que Fuerza Popular no termina de asimilar la derrota presidencial en contienda electoral, hay que decirlo con todas sus letras; no entienden prácticas democráticas, el comportamiento que vienen asumiendo es de obstrucción, revanchismo, un juego de poderes que no se condicen con los valores y principios que caracteriza a un estado de democracia en el Perú. Lo acabamos de ver, el Congresista Mamani ha utilizado una práctica montesinista de los años 90, y al margen de que ello tiene que ser pasible de una denuncia penal, porque ha cometido un ilícito penal; no menos cierto es que yendo al fondo de la situación se ha evidenciado los negociados entre Kenyi Fujimori y sus amigos se reparten en el Perú con PPK.
No se está gobernando, La democracia es diálogo, alianzas estratégicas para gobernar no para “tapar, simular, cobijar actos de corrupción”, es decir, lo debemos evitar es que entre corruptos se den la mano y eso nos debe colocar a la ciudadanía en estado de vigilancia.
Precisamente en una democracia, se tiende los puentes con los actores políticos (partidos, líderes, sociedad organizada) para la satisfacción del BIEN COMÚN del pueblo, en especial quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
Lamentablemente, por parte del Ejecutivo, no hemos apreciado una capacidad de liderazgo en el actual presidente de la República para tender esos puentes con los demás actores políticos, al presidente le traicionó su propio TERQUEDAD, actualmente tenemos una ingobernabilidad no hay brújula, le importa poco o nada su pueblo; en estos momentos solo le importa quién lo salva ésta vez. Hasta antes de que se diera a conocer los vídeos de Fuerza Popular, había algo muy curioso y es que el actual gabinete ministerial venía repitiendo como lo hacen los niños tiene que repetir para no olvidarse “sí vacan al presidente sería un golpe de Estado” y yo les digo, le queda una salida para que no sea un golpe de estado, la RENUNCIA, el Presidente debe renunciar a su cargo por una cuestión de dignidad. Pues esa terquedad no le hace nada bien al Perú. Al tiempo que generamos esta entrevista, y con teniendo ya en estos momentos el pronunciamiento de la Junta de Portavoces del Congreso, al Presidente de la Republica no le queda otra que RENUNCIAR y su gabinete ministerial en pleno.
El Presidente tiene que dar un paso al costado si en algo estima al Perú, si se queda es por una actitud de revancha y no porque quiera aportar al país. Si no se va ahora mañana lo VACAN. Tenemos que ordenar la casa, y si la cumbre de las Américas debe ser postergada, pues será postergada, a título personal considero que la cumbre debería ser postergada, la ciudadanía primero quiere ver cómo se articulan los escenarios para enrumbar la gobernabilidad y después que se realice la cumbre. Los actores políticos no deberían forzar escenarios, primero ordenemos la casa y después lo otro.
¿Usted cree que existe una falta de liderazgo político en nuestro país?
La gobernabilidad no solo se construye en base a una formación política, sino al hecho de quien gobierna ha de ser una persona “íntegra” que aflore sus propias convicciones personales, políticas, espirituales, a sentir como suyo las necesidades de un pueblo-. Si no hay esa conexión entre el gobernante y su pueblo no hay representatividad y, por consiguiente, ingobernabilidad. El político o quien se considere que tiene liderazgo para ejercer la política en el país, ha de ser alguien íntegro.
Los actores políticos han hecho de la política peruana un reality show y como se dicen en las redes sociales “producciones Odebrecht” por todas las historias que se ventilan dentro de la política, ex presidentes, agrupaciones políticas, lideres comprometidos con el caso de corrupción Odebrecht, un condenado por violación de derechos humanos indultado y ahora procesado por otros delitos contra los derechos humanos; una pareja presidencial en la cárcel, y Toledo prófugo; una embajadora política y grupos empresariales comprometidos en los aportes de campañas electorales, abogados defensores que tienen que lidiar con complejas investigaciones. A esto se suma la inseguridad ciudadana y violencia contra la mujer que van en aumento y “claman pena de muerte”. Lo único que falta en el Perú es que llueva de “abajo hacia arriba”.
No hay un liderazgo político en el Perú, los actores políticos que tenemos pierden su tiempo si creen que lo tienen- ese es problema de ellos. Yo te digo que así como la figura del presidente está anulada lo mismo pasa con la representación nacional en el Congreso. Necesitamos oxígeno para un país infartado por tanto estrés y mediocridad.
El liderazgo político implica dentro de su compleja conceptualización “la idoneidad para gobernar”; es decir, la proyección de la capacidad y/o competitividad de una persona para representar los intereses de una Nación. Un líder tiene verdadera vocación de servicio para el país y el más alto nivel de consciencia de que ha sido elegido o elegida para representar los intereses de una nación.
El líder es aquel que sirve y no el que se sienta a la mesa para ser servido. Un líder es concertador y no retarda el quehacer político-jurídico, económico, socio-cultural, socio-ambiental, de un país; un líder orienta un sendero por el que sus seguidores caminan junto a él para la consecuencia de los más grandes ideales, y objetivos en beneficio de la paz, la justicia social, la libertad y la ley. Por el contrario, lo que hemos visto son actores políticos acusándose mutuamente, con perfiles inquisitivos, acusatorios, tratando de demostrar para sí ó para terceros quién tiene más poder ó quien puede más, esto bajo ningún contexto, puede tildarse de liderazgo.
Un líder, es aquel quien jamás se autocalifica como tal; por el contrario, descansa su confianza y reposa su aprobación o rechazo en terceros, o sea el pueblo. Un líder trabaja para los demás y no para él mismo, para eso fue formado, para conducir las riendas de una Nación.
¿Qué hacemos entonces? ¿Cómo podemos ayudar para que nuestra Nación sea mejor y nuestros gobernantes se comporten como verdaderos líderes dentro de una democracia participativa?
Los ciudadanos tenemos que asumir también nuestras propias responsabilidades, por la situación que venimos pasando, quienes elegimos somos nosotros, el pueblo; por ello de nuestra parte habrá que asumir a titulo de lecciones aprendidas toda esta situación, quiere decir, que tenemos que aprender a elegir bien. Percibo una ciudadanía harta y asqueada de la política, habría que trabajar más en la recuperación de la confianza y credibilidad del pueblo en el quehacer político y eso se logra articulando esfuerzos y decisiones desde una sociedad organizada.
El acuerdo nacional que se supone que es el eje de las políticas de Estado, no suena ni truena, y eso nos demuestra que se estas instituciones tienen que perfilar un procedimiento distinto. Por ejemplo, que sus sesiones sean transmitidas en vivo o en diferido para que la ciudadanía pueda conocer qué hace, qué no se hace y qué falta por hacer.
Debemos cambiar nuestros esquemas mentales es decir, nuestra forma de pensar, y por ende discernir que la libertad, dentro del contexto de nuestra realidad y circunstancia histórica, exige, actuar, con capacidad de razonamiento, discernimiento, prudencia, probidad, idoneidad y sabiduría, para elegir un destino en condiciones de libertad y de respeto a los derechos humanos. No elegir por elegir, como ciudadanía tenemos que aprender de nuestros propios errores y aspi como existe la posibilidad de renuncia al cargo de presidente de la republica deberá ser reglada también para los congresistas, le hace daño al Perú tener que soportar a congresistas autoritarios o corruptos.
Necesitamos nutrirnos como “Pueblo”, “Nación”, “Estado” y “Sociedad”, de un pensamiento más progresista y optimista, sobre todo, adoptar una alternativa o forma de pensar que comprenda el sentido común aplicado a “una toma de conciencia” tendiente a motivar o producir cambios de patrones obsoletos, aptitudes y valores complementarios que faciliten una coherente evolución en nuestras propias actitudes y modos de comportamiento. Las crisis o las adversidades de la vida en todos los planos y lo político no es la excepción, es cuando más necesitamos unirnos como peruanos para limpiar nuestra casa. Los desequilibrios emocionales nos conllevan a tomar decisiones mal pensadas y perjudiciales. “el n para todos y todos para uno” tiene un sentido profundo unirnos todos por una causa justa y todos para uno significa que el rumbo es un solo.
Finalmente, doctora Llatas Ramírez ¿Cómo debemos mirar a nuestro Estado?
El Estado se creó con la finalidad de estructurar la convivencia de las personas que integran la sociedad, y para satisfacer las necesidades afines con la supervivencia y progreso común: llámese también “bienestar general” “bien común”. El Estado no sólo se basa en una definición política, sino en una fuerza social y política lo que determina la existencia de relaciones de coexistencia, basado en una interrelación jerárquica: gobernantes y gobernados.
En este contexto, la relación jerárquica gobernantes y gobernados. Conlleva al ejercicio de un poder soberano, es decir, la presencia de una potestad de mando que lo vemos personalizado en el caso nuestro en el Presidente de la República, como jefe de Gobierno, jefe de Estado elegido por votación popular.
Esta relación de gobernante y gobernado es legítima, cuando hay un reconocimiento del pueblo, hacia el titular del poder originario, y hacia quienes lo representan, y son electos mediante el voto popular.
La relación de mando-obediencia es legítimo cuando los valores, principios son expresión de consenso y aceptados por la sociedad política. La necesidad de obedecer, es decir, que lo que se acata es bueno, justo y legítimo situación que no se da en esta coyuntura política que atravesamos.
PIRÁMIDE DE GOBIERNO
Pueblo.- Poder Originario
Agrupaciones Políticas.- Nexo entre el Pueblo y el Estado
Estado.- Sociedad que se organiza políticamente para el bienestar general del pueblo.
En nuestra Nación ésta pirámide está invertida, primero porque no existe credibilidad en las agrupaciones políticas, el pueblo no se siente legítimamente representado, hay un alto índice de falta de credibilidad en los partidos políticos y en los representa, lo que en el ámbito político se ha denominado “Crisis de representación”.
Si no hay “pirámide” no hay conexión, hay un quiebre y el respeto no existe, por consiguiente tendremos quebrantamiento al principio de autoridad, deslegitimación del poder político.
El presidente de una nación obedece a la voz de su pueblo; es esa voz la conciencia que ha de tener todo aquel que aspire a gobernar una nación. El presidente de una nación llega a ser elegido por su capacidad de liderazgo, ésa, es la verdadera sintonía que debe haber entre el pueblo y el gobernante; y los actores políticos en el Perú lo han perdido. Hay trabajar en ello.
La proliferación de candidatos políticos sin idoneidad ni experiencia política, conducen a una desorientación ciudadana.
En esta línea de pensamiento, el poder político es legítimo, cuando es elegido conforme a las leyes del país (Constitución).
Lesly Llatas Ramírez Abogada especializada en DDHH, Constitucional e Internacional
Conductora del Programa Entérate con Lesly Tv