(Aeronoticias) En una decisión enérgica para limpiar la imagen de la iglesia católica en Chile el papa Francisco despidió a tres obispos de ese país tras las investigaciones que encomendó luego de su reciente visita a Santiago donde se le ocultó delitos cometidos por varios prelados.
«La banda de obispos delincuentes empieza a desintegrarse», declaró Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de los ultrajes cuando era un adolescente y autor de un libro sobre este tema que se ha convertido en un best seller en Chile.
Los obispos despedidos son Gonzalo Duarte, de Valparaiso, Cristian Caro, de Puerto Montt y Juan Barros, es obispo de Osorno, ciudad chilena donde su feligresía inició una lucha para limpiar la imagen de la Iglesia católica, lucha que lideró Juan Carlos Cruz que ahora es aclamado en Chile, este último además es acusado de encubridor de las faltas cometidas, calificadas por algunos como pecados cuando en realidad son vulgares delitos que la justicia condena.
Mientras tanto, aparecieron tres muñecos disfrazados de curas colgando bajo un puente acompañados de un gran letrero donde se podía leer: «Obispos a la horca».