Los aeropuertos abren salas de videojuegos para mantener ocupados a los viajeros

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(Aeronoticias) Los cócteles siempre serán el recurso idóneo para matar el tiempo en el aeropuerto. Pero, poco a poco, las nuevas concesiones en estas instalaciones se están volviendo algo más… lúdicas. Especialmente cuando se trata de apaciguar a los pasajeros menos felices.

Hace unas semanas, los primeros salones de videojuegos en aeropuertos de Estados Unidos abrieron con tres docenas de equipos Microsoft XBox en Dallas-Fort Worth, mientras que el JFK, en Nueva York, acogerá el primer “centro de experiencias” de realidad virtual para los 70.000 viajeros que atraviesan la terminal 4 diariamente.

El objetivo es un profundo deseo de ofrecer a los viajeros estresados algo diferente después de pasar por los controles de seguridad. En un mundo de interminables puestos de McDonald’s y quioscos, las salas de juegos pueden destacarse muy bien. Para los aeropuertos, el período en que un pasajero está esperando para abordar, que en la jerga se conoce como “tiempo de permanencia”, es una excelente oportunidad de venta.

La cerveza, las hamburguesas y los duty-free son incondicionales, pero la oportunidad de vender una experiencia a las masas ansiosas y cansadas está ganando muchos adeptos. Y cuando se trata de videojuegos, hay jugadores entusiastas de la Generación Z, la X y los millennials.

“Creo que la gente está desesperada por el entretenimiento, van hacia nosotros”, señaló Lynn Rosenthal, directora ejecutiva de PeriscapeVR, la start-up que diseñó la instalación de realidad virtual en el aeropuerto JFK. “Tienes un montón de personas estresadas y aburridas que buscan algo que hacer además de comer y beber”.

La compañía con sede en Los Ángeles (California) ha recibido más de 300 llamadas de aeropuertos interesados. PeriscapeVR cobra USD 10 por 10 minutos de sesión y ofrece descuentos por bloques más largos. Una hora completa cuesta USD 35.

En Dallas-Fort Worth, los jugadores tienen un espacio parecido tanto en la terminal B como en la E, donde la compañía de Portland (Oregon), Gameway, ofrece un servició parecido en los aeropuertos de Asia y Europa. Estas estaciones de juego incluyen asientos de cuero, televisores de 43 pulgadas y auriculares que eliminan el ruido. “Siempre estamos buscando maneras de sorprender a nuestros clientes”, comentó Cynthia Vega, una portavoz del aeropuerto.

Gameway planea instalar consolas Sony PlayStation para complementar la oferta de la XBox. Los precios van desde los USD 10.99 por 30 minutos hasta los USD 44.99 por sesión ilimitada. El cliente, de media, gasta unos USD 19.99 por una hora de juego, según explica Jordan Walbridge, que fundó Gameway junto a su esposa Emma.

La Asociación de Software de Entretenimiento de Estados Unidos, un grupo comercial, afirma que el 60 por ciento de los estadounidenses utilizan los videojuegos a diario. Con estos números, la configuración de salones parece una obviedad para llenar las arcas de los aeropuertos. En cuando a quién está jugando, EA indicó que el jugador, de media, tiene 34 años (un millennial mayor) y prácticamente está al 50-50 entre sexos. Alrededor del 45 por ciento de los jugadores en Estados Unidos son mujeres y su edad suele rondar los 36.

“El salón se llena muy rápido cada vez que un avión tiene algún tipo de retraso”, apunta Walbridge.

Los videojuegos no es la única manera novedosa de distraer al personal. En otros tres centros de Estados Unidos –Minneapolis, Portland y San Francisco- puedes ver cortometrajes mientras esperas. Portland, incluso, instaló una sala de cine de alta tecnología.

“El arte es una parte integral de la experiencia del pasajero, para dar a las personas un sentido del lugar, una sensación de calma… ya que están pasando por una experiencia estresante”, afirmó Walter Marchbanks, un ejecutivo del Aeropuerto Internacional de Portland, sobre el proyecto del video.

Otros aeropuertos, entre los que están los de Indianápolis y Long Beach (California), vinculan el ejercicio físico con la carga de teléfonos a través de quioscos construidos por una empresa llamada WeWatt. Utilizan la arquitectura de una bicicleta estática para generar electricidad con el pedaleo.

Entonces, al menos estarás haciendo varias cosas a la vez mientras esperas.

Fuente: Justin Bachman (Bloomberg) – InfoBae


 

 

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