(Aeronoticias) Jorge Enrique Pizano, funcionario que detectó varias irregularidadesen una obra en la que participó Odebrecht, murió fulminantemente la semana pasada y poco después también murió su hijo Alejandro, un arquitecto que viajó desde España a Colombia.
Las extrañas circunstancias de estas muertes ha conmocionado a los colombianos y sobre todo a sus sectores políticos y económicos que se sienten particularmente golpeados tras irse descubriendo la maraña de millonarios sobornos pagados por Odebrecht a altos funcionarios para conseguir concesiones exclusivas en grandes obras públicas.
En las redadas que viene haciendo la justicia colombiana han caído ya un ex viceministro de Transporte y varios jefes de campaña de candidatos presidenciales, además de un ex congresista.
Así se lee en un amplio artículo publicado hoy por el diario global español El País.