Para consolidar la independencia de la investigación de accidentes aéreos en México, una herramienta clave sería la colaboración con otras agencias latinoamericanas dedicadas a la materia, señaló Pamela Suárez, directora de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) de Argentina.
Durante su participación en el taller de Prevención e Investigación de accidentes, llevado a cabo en la oficina regional de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) con sede en México, la funcionaria sudamericana puntualizó que México tiene muchas inquietudes de ver cómo soluciona su problema de independencia de investigación y en la conformación de un equipo de trabajo para ello.
Además, explicó que las instituciones gubernamentales y otras podrían tomar como referencia las experiencias de cómo se conformaron los organismos autónomos en otros países, para poder enfrentarse a la tarea de fundar una institución de este tipo y que funcione con mayor eficiencia.
“México tiene un gran desafío pero lo tiene muy claro y están trabajando en el tema y es importantísimo que toda la región pueda colaborar para que cada vez más todos los estados alcancemos un óptimo cumplimiento en los anexos de investigación de accidentes”, expresó la titular del organismo argentino.
Recordemos que, en nuestro país, el departamento de investigación de accidentes pertenece a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), la cual a su vez, responde directamente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), lo cual puede imposibilitar señalar las deficiencias de las dependencias, si tuvieran alguna participación en el desarrollo de un suceso aéreo.
“Lo que permiten los mecanismos regionales es que un país con algún conflicto de intereses pueda delegar la investigación al mecanismo o a los investigadores que están formados por éste, lo que genera una mayor independencia respecto al informe de la gestión de la investigación y por lo tanto mayor credibilidad al respecto”, explicó Suárez.
Ésta es una fórmula exitosa para el Mecanismo de Cooperación Regional AIG (ARCM), organización conformada por 13 países sudamericanos con la misión de apoyarse mutuamente en la investigación de accidentes aéreos. Encabezado por Argentina, el organismo provee capacitación y asesoría técnica a investigadores y operadores de la región.
“Muy pocos países en América Latina tienen agencias de investigación independientes y tiene que ver con la regulación de sus gobiernos principalmente.
Pero juntos hemos crecido exitosamente en la materia. Homologamos nuestros manuales de investigación e hicimos una base de datos con un lenguaje único dónde están registrados todos los accidentes de los últimos 5 años en toda la región”, platicó la también titular del ARCM.
El resultado de esta colaboración fue la conjunción de estadísticas de amplio espectro muy diferentes a las de la misma OACI, que solo posee registro de accidentes de aeronaves con peso superior a los 800 kilos. Además, cuatro países mostraron un crecimiento significativo en su aplicación de los protocolos en investigación de accidentes:
Perú pasó de 32% a 62%, Paraguay de 66 a 79, Uruguay 36 a un 60 y Chile alcanzó un 95% de aplicación.
Suárez recordó que en la parte sudamericana la independencia en investigación de accidentes sigue siendo un desafío a diferencia de zonas como Europa, donde la misma legislación protege esta independencia. Ante esto, reafirmó que aquellos estados que no pueden generar una independencia o tener un organismo independiente pueden apoyarse en sus compañeros internacionales.
Mientras tanto, la DGAC mexicana apuntó que, para el mes de marzo, empezaría a revisar las necesidades pertinentes para la formación de una Agencia Federal de Aviación y una Agencia de Investigación de Accidentes con independencia.
Fuente: A21.