En medio de la actual pandemia de coronavirus, cada empresa ha estado tomando medidas, incluso extremas, para contrarrestar los daños en su gestión y en sus finanzas
Este es el caso de la aerolínea surcoreana Asiana Airlines, enfrentada en estos tiempos difíciles al desafío de que sus tripulaciones no se queden mucho tiempo en tierra, con todas las consecuencias que esto entraña.
Asiana ha hecho volar un superjumbo A380, el avión comercial más grande del mundo, en más de 20 ocasiones, pero completamente vacío, solo para poder mantener certificados a los pilotos en formación.
De acuerdo con una información de Bloomberg, la compañía decidió que durante tres días consecutivos la aeronave despegara sin pasajeros y sin un destino prefigurado.
Sus directivos consideraron que solo así se mantienen los programas de adiestramiento de los pilotos menos identificados con esta tecnología, al tiempo que se evitar que el personal se sume a la extensa lista de trabajadores de la industria aeronáutica que en la actualidad permanecen en tierra, sin trabajo.
La realidad es impactante: más de un tercio del personal de todas las flotas aéreas del mundo sigue en sus casas, imposibilitado de regresar a tan necesaria labor.
Esta situación se vuelve mucho más grave para aquellas aerolíneas que no poseen simuladores de entrenamiento y que necesitan que sus pilotos se adiestren, mantengan sus habilidades y no pierdan sus licencias.
En este caso, a Asiana se le hizo imposible volar a Tailandia para que sus pilotos usaran un simulador propiedad de Thai Airways International; las medidas contra la COVID-19 se lo impedían.
De ahí que este Airbus A380 con 495 asientos haya volado vacío por 72 horas, hasta que la compañía ya no pudo permitirse el lujo de mantener el avión en el aire.
“Los despegues y aterrizajes de este avión cuestan mucho dinero, y este debe usarse con prudencia, especialmente en estos días”, declaró Um Kyung-a, analista de Shinyoung Securities, desde Seúl. “Asiana está en apuros porque tampoco puede permitirse que sus pilotos pierdan sus licencias”.
De acuerdo con Bloomberg, Asiana disponía de otros 135 pilotos que no acumulaban suficiente tiempo de vuelo en sus seis A380, pero que a la vez ya no podía permitirse seguir volando el avión vacío.
Cuando se enteró de esta situación, el ministerio de transporte de ese país extendió las credenciales de vuelo de los pilotos como una exención especial, como mismo ocurrió en Japón, cuyas autoridades aeronáuticas le cursaron una extensión similar a Nippon Airways.
Otras compañías que operan el A380, como Korean Air Lines, rival comercial de Asiana, tienen sus propios simuladores.
Fuente: Aviación al día.