Bendecida por 22 sacerdotisas que oraron «Apolo, Dios del Sol, y Zeus, Señor de los Dioses, enciendan la antorcha para la ciudad hospitalaria de Vancouver y lleven la paz a todos los pueblos de la Tierra», la antorcha con la llama sagrada que fue encendida con los rayos del sol durante un ritual fue entregada por la Alta Sacerdotisa al primer portador de la antorcha, el campeón griego de slalom, Vassilis Dimitriadis.
Bajo los gritos de júbilo de cientos de personas y los deseos del mejor de los éxitos de personalidades como el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, quien asistió a la ceremonia, el orgulloso atleta de 31 años de edad salió corriendo del Estadio y pasó el Bosquecillo de Pierre De Coubertin para entregar la Llama Olímpica al próximo portador.
La Llama Sagrada, cuyo recorrido empezará en el lugar de nacimiento de los Juegos Olímpicos, viajará durante los cuatro meses próximos hasta que llegue a Vancouver el 12 de febrero. En la etapa griega del relevo cubrirá 2.180 kilómetros, unos 650 kilómetros más que el recorrido de la antorcha para los Juegos Olímpicos de Beijing, pasando por sitios arqueológicos y por centros de esquí.
El 29 de octubre, la llama será entregada a los organizadores canadienses dentro del Estadio Panateniano de Atenas, donde se revivieron en 1896 las primeras Olimpiadas modernas.
Durante la parte canadiense del relevo, que será el más largo en la historia olímpica hasta el momento en un solo país, la llama recorrerá más de 45.000 kilómetros por tierra, aire y agua hasta que llegue a Vancouver el 12 de febrero para la inauguración de los 21° Juegos Olímpicos de Invierno.