Zelaya formuló esas declaraciones tras recibir del gobierno de facto, otra propuesta en la que se reitera que quien lo encabeza, Roberto Micheletti, está dispuesto a dejar el poder si Zelaya renuncia a la restitución presidencial, para dar paso a un «gobierno de transición y reconciliación nacional». «El régimen de facto ha presentado la misma posición que ha venido manifestando desde el golpe de Estado, esa pretensión de buscar una tercería es arbitraria, porque eso significa otro golpe de Estado», dijo el mandatario derrocado. Afirmó que él no renuncia «al diálogo honesto, sino al diálogo falso», y que se mantiene firme en la lucha, «porque cuando se lucha por principios y derechos no hay tregua».
Zelaya agregó que «si nos dejamos imponer una dictadura vamos a sufrir décadas, tenemos que resistir estos días, estas semanas, yo tengo la esperanza de que este problema tendrá una solución pronto, estimo que la comunidad internacional arreciará sus medidas». Lamentó que Honduras «está en una grave crisis económica. Los señores golpistas, como tienen un control mediático de las grandes cadenas de televisión y radio no dicen la verdad, pero el país se está asfixiando todos los días más, está cayendo en un precipicio».
La otra opción que propuso este viernes el gobierno de facto es que la pretensión de Zelaya de ser restituido en el poder «la decida el congreso mediante una solicitud que él deberá plantear formalmente ante el Poder Legislativo». Pero la propuesta difundida por los negociadores de Micheletti no explica si la respuesta que el Congreso diera a una eventual consulta de Zelaya sería definitiva y vinculante o si apenas serviría como insumo para nuevas discusiones.
Víctor Meza, miembro del equipo negociador de Zelaya no opinó sobre la propuesta pues «aún no nos la entregan formalmente», informó el diario venezolano El Universal. Por otra parte, el citado periódico hondureño difundió este viernes el inicio de un debate entre los candidatos presidenciales de los dos partidos tradicionales que apoyaron el golpe, Elvin Santos, por el Liberal y Porfirio Lobo por el Nacional.
«Lobo es el único que puede restituir a Manuel Zelaya en el poder porque tiene una bancada numerosa en el Congreso y tiene magistrados”, opinó Santos. Santos acusó al candidato nacionalista de estar queriendo engañar al pueblo y pretendiendo dividir a los liberales al asegurar que «no tiene nada que ver con lo ocurrido el 28 de junio, cuando es el principal responsable y el único que puede revertirlo». «Todo el mundo recuerda que la única bancada que votó por unanimidad a favor del derrocamiento de Zelaya fue la del Partido Nacional y ahora que está la crisis quieren lavarse las manos», disparó su contrincante liberal.
Explicó que si «Lobo quiere la restitución sólo debe ordenarle a sus diputados que lo hagan y de inmediato se suman los de (el izquierdista) Unificación Democrática (UD), algunos liberales (que apoyan a Zelaya) y de otros partidos con lo que hacen una gran mayoría». Sin embargo «lo que está haciendo es lavarse las manos tirando a otros la responsabilidad, quieren señalarme a mí como que yo tengo la varita mágica para poner a Zelaya en el poder, pero yo no tengo bancada de diputados (el grueso acusa a Santos de golpista) ni de magistrados”, apuntó.