Los mercados bursátiles del mundo pasan por una de sus peores semanas en años. Una estimación de Morgan Stanley señala que, en conjunto, los mercados de valores habrían perdido US$ 1,3 miles de millones en el último mes. Este deterioro estaría determinado, principalmente, por el temor ante los signos de una posible desaceleración económica mundial (débil crecimiento del empleo en EEUU [1], y de los niveles de actividad económica de la zona Euro y Japón [2]), el incremento en la inflación de EEUU y la determinación de su Reserva Federal (FED) de continuar con la política de elevación de tasas de interés para contrarrestar la tendencia alcista de los precios.
Este escenario de incremento de tasas de la FED se sitúa en un contexto en el que otros bancos centrales -como el de Europa, Corea, India, Sudáfrica, Turquía y probablemente también Japón-, vienen elevando también sus tasas de interés de referencia.
Un incremento significativo de las tasas puede: (i) disminuir el estímulo monetario sobre la actividad económica mundial; (ii) reducir los precios de algunos commodities (que vienen actuando como depósito de valor y motivo de especulación); y (iii) afectar significativamente los mercados bursátiles y los flujos de capitales hacia países emergentes.
De hecho, los países más afectados por los recientes temores bursátiles fueron, en general, los mercados emergentes (según Morgan Stanley, éstos habrían perdido US$ 250 mil millones en capitalización de mercado durante el último mes); y en particular, las principales bolsas latinoamericanas (el índice Bovespa de Brasil cayó en 16% en las últimas cuatro semanas). Sin embargo, Asia y Europa también sufrieron. Los índices referenciales de Japón, Taiwán, Corea de Sur e Indonesia cayeron 3% ó más, mientras que las plazas financieras de Londres, Francfort y París perdieron alrededor de 2,5%. Ello debido a que los inversionistas consideran que los más altos intereses en EE.UU. y en países desarrollados van a atraer hacia sus mercados de renta fija parte de la liquidez que inundó a los mercados bursátiles y a las economías emergentes en los últimos años.