La canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, conmemoraron ayer en París por primera vez juntos el Día del Armisticio, que puso fin a la I Guerra Mundial. Una celebración similar también se hizo con la reina británica Isabel II en Londres.
Juntos depositaron una corona de flores sobre la tumba del soldado desconocido en el Arco del Triunfo de París y encendieron la llama eterna. “Se lo debemos al pueblo europeo, a los pueblos del mundo, el actuar y pensar juntos”, dijo durante la ceremonia el presidente Sarkozy, quien subrayó que “la amistad franco-germana ha quedado sellada por el recuerdo de la sangre”.
Merkel, por su parte, denominó a las relaciones entre Francia y Alemania como “algo especial, algo único”, añadiendo que la cooperación entre ellos debe seguir estrechándose. De esta manera, Angela Merkel se convierte en la primer canciller alemán que viaja a París para recordar a los 9,7 millones de soldados que cayeron en la I Guerra Mundial, puesto que en 1998 Jacques Chirac invitó al entonces canciller Gerhard Schroeder y éste rechazó su participación. El final de la contienda es un importante día festivo en Francia.
La contienda europea finalizó oficialmente el día 11 del mes 11 de 1918, a las 11 horas, cuando Alemania firmó el armisticio. A este hecho y a la reciente conmemoración de la caída del Muro de Berlín, el pasado día 9 de noviembre, a la que acudió Nicolas Sarkozy, aludieron ambos mandatarios, reportó DPA.
“Ambas celebraciones requieren que siempre defendamos la paz y la libertad así como nuestros valores: democracia, derechos humanos, solidaridad europea y cooperación trasatlántica”, afirmó Merkel, para quien Alemania y Francia se hacen responsables de “defender el incalculable valor de la paz”. El presidente francés, por su parte, dijo que “nadie debería olvidar a dónde puede conducir la locura humana”, añadiendo que ya se ha puesto fin a la “guerra civil europea”.
Para Sarkozy, además, la presencia de Merkel en la ceremonia representó un importante gesto simbólico hacia la armonización de las políticas de ambos países. Entretanto, en Reino Unido, la reina Isabel II de Inglaterra rememoró a las víctimas de la contienda durante un oficio religioso celebrado en Westminster. En la ceremonia participaron el marido de la reina, el príncipe Philip, el primer ministro británico, Gordon Brown, y los exjefes de Gobierno John Major y Margaret Thatcher.