Maehara declaró ante una comisión parlamentaria, que “nunca dije que el gobierno no admitiría una declaración de quiebra». Pero precisó que Tokio sigue determinado para impedir que JAL «se hunda y desaparezca».
La aerolínea japonesa, que registra grandes pérdidas y tiene una deuda gigantesca, solicitó la semana pasada una suspensión provisional de los pagos a sus acreedores, en espera de una intervención del Estado a primeros de año en el marco de un gran plan de recuperación ahora mismo en estudio.
Una declaración de quiebra conllevaría un cese de pagos formalizado y una administración de la compañía bajo tutela judicial.
Delta Airlines informó que junto con sus socios de la alianza Sky Team esta lista para ofrecerle US$1,000 millones, a cambio de que JAL deje la alianza Oneworld.