Pese a que algunos observadores confiaban en que la actual administración estadounidense revirtiera esa política. No obstante, el país norteamericano enviará una delegación a la conferencia sobre el tema que se celebra este fin de semana en Colombia, con esto se reafirma que Estados Unidos, junto con China y Rusia, está entre los pocos países que se niegan a firmar el acuerdo de 1997.
La escueta declaración de Ian Kelly, portavoz del Departamento de Estado, afirma: «Revisamos nuestra política y si firmamos la convención no podremos satisfacer nuestras necesidades de defensa nacional ni los compromisos de seguridad con nuestros amigos y aliados”.
Sin embargo, se han alzado las voces de alerta, como la de Steve Goose a nombre de la organización Human Rights Watch: “Es hora para Estados Unidos de convertir su práctica para con las minas terrestres en política». Estados Unidos no usó ni fabricó minas terrestres en los 12 años que existe el tratado, pero continúa almacenándolas, lo que estaría prohibido bajo el tratado.
Goose esperaba que la delegación estadounidense a la conferencia que se celebrará en Cartagena, Colombia, a partir de este domingo, declarara la intención de Estados Unidos de unirse al tratado. Hasta ahora, lo firmaron ya 156 países.
Aeronoticias considera que a pesar de la resistencia a sumarse, Estados Unidos es el mayor contribuyente a los programas de limpieza de minas antiterrestres. Desde 1993, Estados Unidos invirtió 1.300 millones de dólares en programas para desarticular estos explosivos, pero esto no es suficiente, es necesaria la adhesión de Estados Unidos a este tratado para blanquear de una vez por todas su política armamentista, que hasta ahora está en “medias tintas”.
