Es la palabra más repetida hoy en Chile, que Piñera no la tiene fácil en segunda vuelta, dentro de un contexto en que se deberá elegir nuevamente presidente el 17 de enero. de 2010 y esta incognita del balotaje que es el término utilizado para designar la segunda ronda de votación en las elecciones a cargos públicos en la Argentina, Chile Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay, puede traer sorpresas.
Sebastián Piñera acaba de ganar la primera vuelta con el 44,03% de los votos (3.018.416), dejando atrás al oficialista Eduardo Frei, que recibió el 29,62% de los sufragios (2.030.887), quedando como tercera fuerza el independiente Marco Enríquez Ominami, por quien votó el 20,12% del electorado (1.379.219) y cuya campaña ha supuesto, como lo fue la de Obama en los Estados Unidos, un soplo de aire fresco en la comunicación política chilena. La matemática electoral apunta ya a Piñera como ganador de los comicios (49% frente a 32%). Veremos.
El dato más interesante ha sido el resultado de la derecha en lo barrios más pobres, plagado de votantes históricos de la izquierda. Como por ejemplo, el puerto de Valparaíso. Allí Sebastián Piñera obtuvo 337.111 votos (el 44,98%), mientras que Eduardo Frei se quedó con 191.463 (el 25,54%).
Fíjense también en el mensaje de la noche electoral de Piñera. Triangulación en estado puro: «Llamo a todos los chilenos, especialmente a quienes dieron su voto a mis adversarios, a que se sumen a nuestro proyecto. La división entre la izquierda y la derecha es cosa del pasado. El siguiente desafío es cerrar la brecha entre pobres y ricos. Lo vamos a conseguir trabajando unidos, bajo una bandera que no es otra que la bandera de Chile».
La batalla se centrará ahora en los temas que preocupan a los ciudadanos que optaron por Marco Enríquez Ominami en primera vuelta: con tan sólo el 7% de estos votantes Piñera sería presidente. El ex presidente chileno Frei necesita casi un milagro para ganar los comicios.
Aeronoticias considera que en la segunda vuelta en las elecciones de Chile habrá pronóstico reservado, si bien Piñera tiene ventaja, cualquier cosa puede pasar.