Cirque du Soleil acaba de cumplir 25 años globalizando el universo del circo. La compañía factura más de 400 millones de euros al año convirtiéndola en una de las más poderosas del mundo. Guy Laliberté, el creador del fenómeno circense apostó desde sus inicios por crear un grupo que hoy es la mayor compañía del mundo.
Cirque du Soleil acaba de cumplir 25 años habiendo globalizado el universo del circo. Y sus 4.000 empleados y 1.000 artistas proceden de 40 nacionalidades distintas y visitaron 200 ciudades de los cinco continentes con sus diferentes espectáculos. En la actualidad se están reprensentando 20 puestas en escena. De su origen procede su vocación de fusionar las artes circenses con las callejeras, con números que combinan el riesgo, la espectacularidad, el colorido, la música y la danza, según el diario español ADN.es.
Su primera producción «Le Gran d Tour» les sirvió para salir de su localidad natal y viajar por Canadá. Tres años más tarde aterrizaron en Estados Unidos, y en la actualidad sus artistas se reparten por todo el mundo en espectáculos fijos, de gira, en polideportivos, teatros, hoteles o carpas, según corresponda a cada espectáculo.
Y aunque algunos críticos les acusan de expandir la franquicia con números demasiado similares, la compañía sigue multiplicándose. En los últimos años The Beatles y Elvis centraron sus shows. También se introdujeron en el mundo del erotismo, con un show estable para adultos en un hotel de Las Vegas titulado Zumanity. Y produjeron una serie de televisión. Montreal, donde están los cuarteles generales y desde donde se dirige lo que hoy ya es un monstruo empresarial que factura más de 400 millones de euros al año. Allí se cose cada pieza de ropa, y hay réplicas de cada máscara o zapato.
«Para todo artista el Cirque du Soleil es una inspiración y una aspiración de trabajo», explica Luis, un bailarín argentino de 45 años que desde hace 24 forma parte de esta maquinaria. Además de por su «repercusión», para Luis el Cirque du Soleil fue «la primera» compañía que logra integrar todos los ingredientes de la receta del éxito. «Hay compañías con cualidades artísticas y otras con dinero pero sin esas cualidades».
Sin embargo, la repercusión y el éxito no están exentos de riesgo. En octubre, un artista falleció entrenándose en Montreal, en el mismo lugar donde todos sus compañeros acuden en algún momento u otro a recibir formación. Ahora hay otra persona ocupando su lugar y haciendo el mismo número en el que él perdió la vida. Y es que un equipo de buscadores de talentos recorren todo el mundo en busca de atletas, bailarines, trapecistas o payasos.
En paralelo, se siguen ideando nuevos espectáculos porque el show debe continuar, pues casi 100 millones de personas ya acudieron a presenciar uno de los 25 espectáculos circenses ideados desde 1984 por 200 creadores distintos. Mientras tanto, se buscan nuevos sectores en el negocio del entretenimiento. Bares, restaurantes y spas son la próxima parada.
Su creador Guy Laliberte fue elegido en 2004 por la revista «Time» como una de las personas más influyentes del mundo. Según «Forbes» está entre las 300 mayores fortunas del planeta. Y recientemente, salió a pasear por el espacio. Guy Laliberte fue el fundador del Cirque du Soleil y es sin duda alguna la imagen de cómo una compañía circense se convirtió en un fenómeno global.
El artífice de la mágica compañía, de 50 años, fue este año el primer canadiense en tripular un vuelo turístico espacial, una actividad que combinóo con la de su fundación One Drop, que lucha contra la pobreza. Dos caras de un personaje que comenzó tocando el acordeón, tragando fuego, caminando sobre zancos y es uno de los empresarios de mayor éxito.