Sus declaraciones tras una visita oficial de dos días, al hacerse eco públicamente de la supuesta preocupación por la inseguridad jurídica y el manejo económico de Argentina, que según dijo le expresaron empresarios estadounidenses, provocaron una cadena de rechazo que aún perdura.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien recibió a Valenzuela, dijo estar asombrado por sus dichos ante la prensa porque esos temas no afloraron en la audiencia, y lo calificó de prejuicioso, si bien aclaró que «Estados Unidos no es este señor, por muy importante que sea».
Fernández, en rueda de prensa, dijo que antes de la reunión pidió informes sobre el flamante secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, mediante lo cual conoció sobre su filiación con el Consenso de Washington y se preocupó por sus críticas posiciones ante muchas democracias latinoamericanas y el MERCOSUR.
Medios de difusión locales reproducen hoy el enojo trasmitido por el canciller argentino, Jorge Taiana, a su par estadounidense, Hillary Clinton, en la Cumbre de Copenhague, al considerar muy poco afortunadas las expresiones de Valenzuela, de quien lamentó también el poco conocimiento de la realidad de su país.
El ex presidente Néstor Kirchner, en un acto político, fustigó en duros términos los dichos del alto funcionario y le recordó que quienes desde el Consenso de Washington criticaron a Argentina por el default hicieron quebrar a las entidades financieras más importantes del mundo por su política especulativa.
«Creo sinceramente, señor Valenzuela, que tiene que ser más humilde y entrar a mirar por casa qué han hecho y el daño que nos hicieron a todos con esa crisis internacional de magnitudes increíbles que generaron», dijo.
Líderes de tres partidos de oposición (Ricardo Alfonsín, Fernando «Pino» Solanas y Margarita Stolbizer) exteriorizaron repudio y preocupación por las opiniones del enviado de Washington, quien desde Uruguay intentó limar las asperezas.
«A lo único que me referí, de pasada, fue a lo que me comentaron algunas personas. Reflejé eso que me dijeron, no es lo que yo necesariamente pienso», dijo, a modo de justificación.
Pero como en la conocida frase de «No aclares, que oscureces», había llegado tarde, pues el jefe de Gabinete acá desempolvó un discurso de Valenzuela en Buenos Aires en el 2006 en el cual había calificado a Argentina de una incógnita y aparecían casi al calco las mismas valoraciones que ahora intenta atribuir a empresarios.
En tanto, la flamante embajadora de Washington, Vilma Martínez, en funciones de apagafuegos, repite incesantemente en público y privado que entre Argentina y su país todo anda muy bien.
Aeronoticias considera de que la administración Kirchner ha sumergido a la Argentina en un sinuoso presente y peligroso futuro económico y social, sin embargo Valenzuela ha hecho gala de sus propias incompetencias como diplomático internacional, al expresar una posición que esperemos no aleje a Estados Unidos de Argentina, en razón a que los errores en las relaciones internacionales a futuro los asumen los pueblos con más pobreza.