Los líderes demócratas parecían lograr progreso el viernes por la noche a fin de persuadir al senador Ben Nelson a que converja con el 60mo voto para aprobar una reforma del sistema nacional de salud antes de Navidad. Nelson, un moderado del estado de Nebraska, trataba de imponer estrictos límites al aborto y dijo que propuso ideas que podrían corresponder a su preocupación. Se abstuvo de revelar detalles pero indicó que la propuesta «excluiría el uso de cualquier tipo de fondos federales directa o indirectamente para financiar abortos».
«Veremos si eso tiene suficiente alcance», agregó Nelson al concluir conversaciones privadas con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, funcionarios de la Casa Blanca y otros. Es probable que las conversaciones continúen entrada la noche mientras Reid se apresura a completar el proyecto de ley para una primera votación dentro de unos días. Nelson es el único opositor dentro de la bancada demócrata de 60 miembros, exactamente el número que Reid necesita para superar a la oposición republicana y aprobar el proyecto de ley.
En otra señal del progreso, Nelson dijo que el lenguaje legislativo usado en el programa de salud pública para personas de escasos ingresos podría ser redactado antes del acuerdo. Nelson ha defendido abiertamente que se apliquen estrictas limitaciones al aborto, con excepción de casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre está en peligro.
Entretanto no era aparente que a los republicanos les interesaba mucho acelerar el resultado de las negociaciones. En una conferencia de prensa ofrecida el viernes en el Capitolio, el líder de la bancada republicana Mitch McConnell y su colega John McCain acusaron a los demócratas de intentar apresurar el proyecto de ley mediante decenas de alteraciones que no han sido difundidas, y prometieron oponerse.
«Creo que hemos dejado en claro que no aceleraremos la consideración del proyecto de la reforma médica», advirtió McConnell. «Creo que están dejando de lado al pueblo estadounidense que virtualmente nos está gritando que no aprobemos esta ley», destacó. Pero el sector liberal del partido Demócrata también expresó desacuerdo con el proyecto.
El grupo MoveOn.org, que ayudó a la elección de Obama el año pasado, anunció su oposición a la medida, señalando la falta de una opción de un seguro administrado por el gobierno. Instó a sus miembros a firmar una petición que diga que «Estados Unidos necesita una verdadera reforma de salud, no una masiva serie de dádivas a las empresas aseguradoras».
La ley ampliaría la cobertura de salud a millones de estadounidenses que no están asegurados, prohibe a la industria negar cobertura a personas con enfermedades preexistentes y que reduzca el aumento de los costos médicos a nivel nacional. El senador Reid ha preparado una serie de enmiendas finales al proyecto de 2.074 páginas, que el Senado espera debatir poco después que sea divulgado en la mañana del sábado.
También hubo negociaciones con la senadora Olympia Snowe, de Maine, quien votó con los demócratas en el comité de finanzas del Senado. El senador Reid piensa presentar una larga lista de cambios al proyecto de ley que podría contener centenares de páginas. Ya que esos cambios fueron negociados a puerta cerrada, McCain afirmo que es completamente razonable pedir su lectura en el pleno de la cámara alta.
Mientras tanto, los meteorólogos advirtieron que podrían caer hasta 51 centímetros (20 pulgadas) de nieve en una ciudad que suele quedar paralizada con mucho menos.