En un clara violación a las normas de seguridad de los aeropuertos, en Estados Unidos se originó un nuevo atentado terrorista contra una aeronave, recordándonos los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001, en el que el terrorismo internacional se apoderó ilícitamente de aeronaves de American Airlines y Continental y las estrellaron contra las Torres Gemelas, en Nueva York.
Ayer, un hombre detonó pequeños explosivos en pleno vuelo con 278 personas a bordo y dejó a varios pasajeros con heridas leves y algunas quemaduras, informó un portavoz de la empresa Delta Airlines, en Estados Unidos.
El avión de Northwest, propiedad de Delta Airlines, en ruta desde Ámsterdam, aterrizaba en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit, cuando ocurrió el atentado. Hasta el cierre de edición se hablaba de heridos leves por las explosiones dentro del vuelo.
De acuerdo a un informe dado a conocer por la Casa Blanca se cree que podría tratarse de un atentado terrorista y varios medios estadounidenses aseguran, citando a fuentes oficiales, que el pasajero de 23 años y de nacionalidad nigeriana, Abdul Mudallad, se habría identificado como miembro de Al Qaeda.
El avión fue trasladado a un área apartada del aeropuerto para someterlo a una inspección.
El desquiciado sujeto, cuyo vuelo había partido de la ciudad de Ámsterdam, fue reducido inmediatamente y detenido.
De otro lado, se informó que el presidente Barack Obama ordenó ayer por la noche aumentar la seguridad aeronáutica en Estados Unidos tras el citado incidente.
En un intercambio telefónico con su asesor en Seguridad Interior John Brennan, y el director de Seguridad Nacional, Denis McDonough, Obama los instruyó para que “sean tomadas todas las medidas apropiadas para aumentar la seguridad para los viajes en avión”.
Se dio a conocer que el Presidente Obama –quien está de vacaciones con su familia en Hawai- “está siguiendo activamente la situación y recibiendo informes regulares”.
Según la edición digital de la BBC, el FBI se encuentra investigando el suceso.
Al menos un pasajero fue trasladado al centro médico de la Universidad de Michigan situado en Ann Arbor.
Los agentes investigan por qué los sistemas de seguridad no detectaron los explosivos.
La CNN, citando un informe de seguridad federal, señaló que el individuo que pretendió volar el Airbus 300, propiedad de Delta Airlines, dijo a los investigadores que estaba afiliado a la red islámica Al Qaeda y que había conseguido el explosivo en Yemén. Sin embargo, esto no fue confirmado.
Aeronoticias considera que la FAA y los organismos de seguridad de los Estados Unidos deben extremar las medidas para que el anexo 17 al convenio sobre aviación civil internacional sobre seguridad pueda aplicarse rigurosamente, especialmente en los aeropuertos norteamericanos que parecen ser, están siendo un posible blanco de los radicales terroristas, que con uno u otro motivo político o por insania mental, creen que esta es una forma de llamar la atención.
Consideramos que la justicia norteamericana debe aplicar la máxima pena a quienes atenten contra la seguridad de la aviación civil, no sólo porque los instrumentos internacionales así lo ordenan, si no porque estas demenciales acciones ponen en riesgo la seguridad de los millones de pasajeros que vuelan en las aerolíneas alrededor del planeta.