Presidencia española de la UE se empeñará en cerrar TLC con América Latina

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España aprovechará su presidencia de la UE en el primer semestre de 2010 para concluir o acelerar las negociaciones comerciales con Perú y Colombia, América Central y el Mercosur, que recibieron un impulso con el fin de la guerra del banano, el gran diferendo entre ambas regiones. La consecución de esos acuerdos es «un proyecto básico» para España y permitirá a América Latina «avanzar en su integración desde el punto de vista económico, político y de cooperación con la UE», declaró en la reciente Cumbre Iberoamericana celebrada en Portugal el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Se trata empero de negociaciones que avanzan a diferentes velocidades y enfrentan más o menos escollos: mientras Perú y Colombia aspiran a cerrar su Tratado de Libre Comercio (TLC) en enero, las tratativas con América Central siguen paralizadas tras el golpe de Estado en Honduras y las del Mercosur requerirán grandes esfuerzos para salir del punto muerto en que se hallan. Ante España se abrió la brillante oportunidad de dar un paso de gigante en esas tratativas con el fin de la llamada guerra del banano logrado este mes con un acuerdo entre Bruselas y los países latinoamericanos para rebajar gradualmente los aranceles de importación de esa fruta al Viejo continente.
Presidencia española de la UE se empeñará en cerrar TLC con América Latina
Este contencioso había bloqueado especialmente las negociaciones comerciales con los países andinos, grandes exportadores de banano, y América Central. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció incluso que su país estudia volver a la mesa de negociaciones entre la UE, Perú y Colombia, de la que se retiró para protestar contra los altos aranceles sobre el banano. Por ahora, fuentes diplomáticas europeas explicaron a la AFP que Lima y Bogotá podrían rubricar su TLC con Bruselas en la próxima ronda de negociaciones que se celebraría del 18 al 22 de enero en la capital peruana.
El acuerdo con estos dos países «es el más fácil de cerrar. Quedan por resolver algunas cuestiones sobre pesca y cláusulas políticas, pero debería bastar con una ronda más», declararon las fuentes. La presidencia española se ocupará además de las negociaciones con América Central, pese a que se encuentran suspendidas tras el golpe de Estado contra el presidente hondureño Manuel Zelaya a fines de junio.
En la mesa están presentes, además de Honduras: Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, mientras que Panamá presentó a mediados de noviembre una propuesta formal para incorporarse al Acuerdo de Asociación. «Vamos a esperar que se establezca a fines de enero el nuevo gobierno» hondureño, surgido de las recientes elecciones «y a partir de ahí, confiamos en que las negociaciones se retomen», señalaron las mismas fuentes.
Para los países del Mercosur, pese a no ser grandes exportadores de banano, el acuerdo también es importante porque «sienta un precedente y demuestra una voluntad política de la UE» de hacer avanzar las relaciones comerciales birregionales, indicaron a la AFP fuentes latinoamericanas en Bruselas. España y Argentina -que en el primer semestre de 2010 presidirá el Mercosur integrado además por Brasil, Paraguay y Uruguay-, se han fijado como prioridad relanzar estas negociaciones, estancadas por estar supeditadas a la ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial, también en punto muerto.
«Podríamos arribar a un acuerdo» para la cumbre Unión Europea – América Latina y Caribe que se celebrará en mayo en Madrid bajo la presidencia española, confió recientemente la presidenta argentina, Cristina Kirchner. España se esforzará paralelamente en no contentarse con «meros acuerdos de libre comercio», poniendo especial atención en «la cohesión social en América Latina, siguiendo el modelo europeo», afirmó por su parte el secretario de Estado español de Asuntos Europeos, Diego López Garrido.
Algunos europarlamentarios españoles abundaron esta semana en este sentido, al pedir que se vinculen los compromisos comerciales con los derechos humanos o la ayuda al desarrollo en los países latinoamericanos. «Sería interesante tener una postura común para afrontar futuras controversias entre el respeto de los derechos humanos y los acuerdos comerciales», afirmó el eurodiputado conservador Pablo Zalba.
«Mi grupo ha entendido siempre que estos acuerdos deben basarse en tres pilares: el diálogo político, la cooperación al desarrollo y el comercio justo», advirtió por su parte Willy Meyer, de los Verdes. Bolivia abandonó el año pasado las negociaciones con los países andinos precisamente por estimar que el acuerdo había pasado a basarse en aspectos puramente comerciales.

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