(Aeronoticias) Los padres y madres de familia de los compañeros de la escuela de sus hijos, le dijeron que “no debería lucir así”. Amy Smith tiene 23 años y es residente del Reino Unido, sin embargo, muchas veces ha sido juzgada por su “apariencia llena de dibujos” sobre la piel.
Ella cuenta que muchas veces sus hijos han presenciado los comentarios descalificativos hacia su persona y hasta en casos más extremos habiendo sido juzgada injustamente en tiendas para “comprobar” que no robe nada.
En paralelo, cuenta que sus hijos son mucho más receptivos y empáticos al ambiente que los rodea que la mayoría de las personas a su alrededor puesto que presencian la discriminación de la que es partícipe su madre.
No obstante, según ella los tatuajes cambiaron su forma de ver la vida y quiere animarlos a que se sientan cómodos en su piel, dejando de lado los tabúes que muchas personas hoy en día siguen.
En virtud de los resultados, el caso de Amy fue viral y generó muchas reacciones dentro de las cuales los partípes de esta “guerra de trincheras”, defendían la posición de que todos tienen derecho a expresarse y lucir como deseen.
Las afirmaciones anteriores sugieren que en la sociedad del Reino Unido los tatuajes no son bien vistos por la mayoría siendo Amy una mujer joven con tatuajes en el rostro, brazos y un cabello colorido que luce diferente y genera miradas por cada lugar por el que pase.
En líneas generales, ella se siente muy cómoda de expresarse libremente y denuncia la discriminación desde instituciones que debieran dedicarse a fomentar valores como la inclusión, el amor, la aceptación, la unión, y entre todo lo que sanamente involucra el espectro de las relaciones humanas ya que los colegios son la base toda humanidad. Por último, la educación se imparte desde el hogar.
Por: Sebastián Palacin.