(Aeronoticias): Iván Ayón-Rivas es un tenor piurano que a sus 28 años ha triunfado en La Scala de Milán y La Fenice de Venecia. El próximo 25 de marzo nos deleitará con su talento en la Huaca Pucllana, en Miraflores. Mientras lo esperamos, hace del Duque de Mantua en la ópera ‘Rigoletto’ en el Opera Royal de Wallonie-Liége, Bélgica.
Iván Ayón-Rivas es considerado en la actualidad uno de los tenores más importantes del circuito de la ópera mundial. Y a pesar de ello, no pierde la sencillez ni la calidez con la que cantaba rancheras sin imaginar el aplauso que lo esperaba en el Viejo Continente.
El camino no ha sido fácil, pero hoy ya con casi siete años viviendo en Italia, Iván no deja de lado sus raíces peruanas. No en vano asegura que el crédito de su éxito se lo debe, fundamentalmente, a su identidad.
También recuerda que sus orígenes fueron muy humildes, ya que su familia no tenía holgura económica. Pero eso no fue impedimento para superarse en la vida. “No éramos pobrecitos, éramos personas pobres que tenían todas las ganas de querer salir adelante”, señaló con orgullo al hablar de esas épocas.
Actualmente, Iván no disfruta de su éxito profesional en solitario; por el contrario logró formar un nuevo hogar en Italia, en donde sus padres son piedras angulares. Es una forma de compensar los desvelos y todo el esfuerzo que ellos desplegaron para sacarlo adelante.
La bella Italia
La historia de Iván se remonta al concurso nacional de canto lírico realizado por radio Filarmonía cuando era muy jovencito. Esta experiencia logró acercarlo al afamado Juan Diego Flórez para recibir de él clases maestras en Italia.
“Juan Diego para mí es un ejemplo de cómo llegar a hacer una gran carrera en el ámbito de la lírica. Es el más reconocido del siglo XXI y es considerado el mejor tenor del mundo”, sostiene con admiración.
Este encuentro artístico y académico con Flórez lo marcó de tal manera, que ni bien concluyó su visita al Viejo Mundo no dudó en recaudar el capital necesario para retornar a Italia en el 2015. Justamente en ese año, por si fuera poco, ganó el premio Luciano Pavarotti en el concurso Premio Etta e Paolo Limiti.
Pese a las distinciones obtenidas, para Iván el camino en Europa ha sido de arduo trabajo. Él siguió avanzando y las oportunidades se fueron dando, y ya en el 2019 obtuvo su primer papel principal en La Bohème, en el Teatro Bolshoi, donde interpretó a “Rodolfo”.
Gracias a su tenacidad y constante aprendizaje, Iván se alzó con el primer lugar en el concurso lírico Operaría 2021, fundado por el célebre tenor español Plácido Domingo.
Gracias a su interpretación en la ópera “El corsario”, de Verdi, obtuvo tres distinciones como Mejor tenor de ópera, Mejor cantante de zarzuela y la distinción que otorga el público.
Este logro lo ha colocado en una posición expectante y distinguida en la ópera y hoy se codea con reconocidas personalidades de ese mundo.
“El Perú es tierra de tenores, los mejores de la historia han salido de nuestro país”, expresó con orgullo al referirse a la cantera que significa nuestra patria en el mundo de la lírica.
Y se refiere a los maestros Alejandro Granda, Ernesto Palacio, Luis Alva y Juan Diego Flórez, considerado por la crítica como el sucesor de Pavarotti. Estamos hablando de notas mayores.
Raza y talento
“Para consolidar todo este talento se debe empezar por el colegio. No solo deberían prestar atención a áreas como las ciencias naturales y matemáticas, se les debería otorgar un lugar a cursos de corte artístico”, analiza sobre cómo acercar el arte a los más pequeños.
Pese al éxito, Iván manifiesta que realizó diversos oficios como plomero, mecánico y cantante de rancheras en el Perú. En Italia trabajó con un grupo de mariachis para pagar sus gastos.
”Si algo nos caracteriza a los peruanos es nuestra creatividad, tenemos la capacidad de hallar una solución ante cualquier inconveniente. Por eso ningún peruano se muere de hambre en Europa ni en cualquier lugar del mundo”, subrayó.
“El peruano es una de las nacionalidades más guerreras que puede existir en toda Latinoamérica y el mundo”, prosigue con énfasis y una energía que emociona.
Por último, el tenor peruano remarca que el Perú está lleno de talento y por ello deberíamos prestarles más atención a otras áreas, como la música, el deporte, la literatura, y no únicamente a la gastronomía.
“Tenemos que llevar nuestra raza con orgullo para demostrar de lo que somos capaces de lograr. Solo así podremos hacernos un espacio en el Primer Mundo”, recalca categórico.
Fuente: El Peruano