(Aeronoticias): La aviación es un sector esencial para la economía mundial. Un medio de transporte imprescindible para las grandes distancias, que cada año permite el desplazamiento de millones de pasajeros y mercancías de forma rápida. Solo en España operan más de mil compañías aéreas en la red de AENA, que conectan nuestro país con otros 157 estados y casi 1.200 destinos internacionales, según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En 2019, el último año precovid, las 25 principales aerolíneas españolas transportaron a más de 113 millones de pasajeros.
Para las próximas décadas, el reto no es solo seguir creciendo, sino hacerlo de forma sostenible, con vuelos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. En Europa, el sector aéreo cuenta con su propia hoja de ruta, Destination 2050, para conseguir que sus vuelos sean cero emisiones netas dentro de tres décadas. Su estrategia se basa en el desarrollo de la tecnología de los aviones, las mejoras en la gestión del tráfico aéreo y, sobre todo, el uso de diversos combustibles sostenibles para aviación (SAF, por sus siglas en inglés), como el biojet (biocombustible) y el e-jet (combustible sintético).
Con una reducción de emisiones de entre un 65% y un 100% respecto al queroseno convencional, ambos se perfilan como las principales alternativas para descarbonizar el sector. Ante estas cifras, la Unión Europea apuesta por incrementar su uso de forma progresiva, con el objetivo de que el 63% del combustible de aviación sea sostenible en el año 2050. En total, el sector aéreo calcula que los diferentes tipos de combustibles SAF le permitirán reducir su huella de carbono en un 34%.
Fuente: El Confidencial.com