(Aeronoticias): Argentina ha introducido un nuevo impuesto de Seguridad Aeroportuaria que aplica a los boletos de viajes aéreos. Ante ello, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) afirmó que este gravamen perjudica aún más la reducida competitividad del país para atraer viajeros que disfruten de la rica cultura, las bellezas naturales y el ambiente de negocios. Agregó que esta extensa cadena de valor pierde grandes oportunidades para generar bienestar socioeconómico.
“Desde ALTA reiteramos que cada país tiene poder de decisión y lo respetamos, pero como asociación que representa cerca del 80% del tráfico aéreo en la región, nos vemos en la obligación de alertar sobre el reto y el impacto negativo que representa incrementar los gravámenes al transporte aéreo”, afirmó la asociación.
Añadió que el organismo se pone a disposición de las autoridades pertinentes para brindar datos y apoyo técnico, traer buenas prácticas regionales e internacionales, que permitan contribuir a los servicios que recibe la actividad aeronáutica de manera eficiente y sustentable, de una manera que promueva la cantidad de vuelos y pasajeros y genere más beneficios para la nación.
“Esperamos que las autoridades oigan a la industria que conecta al país, que lleva oportunidades incluso a lugares remotos, que promueve la cultura argentina y que genera negocios”, añadió.
Agregó que subir la tarifa final de los boletos de avión incrementa las barreras de entrada al país, la posibilidad de la población de trasladarse en el medio de transporte más seguro y eficiente dentro de sus fronteras y resta competitividad frente a otros destinos que comparten la visión de facilitar el ingreso a los viajeros, pues entra más pasajeros existan, más dinamismo habrá en la economía local.
“Como sabemos, hace mucho la aviación dejó de ser un lujo para ser un servicio esencial, ahora es el medio de transporte más inclusivo en la sociedad y un medio fundamental en Latinoamérica y el Caribe. La lógica económica demuestra que cuanto menos se grava este sector, más posibilidades de crecimiento tiene y más desarrollo genera en el país, porque hay más personas volando, más desarrollo de infraestructura, más empleos y más bienestar social”, puntualizó.
La demanda de los pasajeros aéreos, especialmente de turismo (que hoy día representan más del 80% de los viajeros en la región), es sumamente elástica. Esto quiere decir que cualquier variación en la tarifa a pagar, se ve rápida y directamente reflejada en el número de viajeros.
Por ello, lo que pueden parecer unos pocos pesos adicionales en la tarifa final que pagan los usuarios, inclina la balanza para que ellos cambien el medio de transporte más seguro y eficiente por alternativas en tierra o que simplemente se decidan por otro destino a donde el boleto aéreo sea más económico.
“La tarifa del boleto aéreo es la gran puerta de entrada a los países. Pensando de manera sistémica, todo empieza con la búsqueda de los boletos. Si el costo es alto o más alto que otros destinos, el pasajero podría decidir no viajar o elegir otro lugar. Es una realidad. Por ello, a pesar de los esfuerzos que vienen realizando hace años los operadores en la región por hacer sus costos operativos más eficientes y trasladar esas eficiencias a los usuarios, vemos una realidad compleja que son los múltiples impuestos, tasas y fees que encarecen la tarifa final que ven y deben asumir los pasajeros”, comentó Jose Ricardo Botelho, director ejecutivo & CEO de ALTA.
Argentina es el país que más grava la actividad aérea en la región, encareciendo sustancialmente la tarifa del boleto aéreo que debe pagar el viajero, en ocasiones hasta duplicando la tarifa base que cubre la operación aérea.
Un boleto emitido en Argentina en pesos, tiene un total de siete tasas e impuestos, a saber: tasa de uso de aeropuerto (USD 57), tasa de migraciones y aduana (USD 10), tasa de seguridad (USD 8), impuesto a las ganancias (45%), impuesto país (30%), retención al impuesto a las ganancias (5%) y el impuesto de la dirección nacional de turismo (7%) + 25% dólar Qatar y ahora Impuesto PSA, lo que convierte a Argentina en el país con mayores cargas impositivas para el pasajero.
Al mismo tiempo, Argentina es un país con más de 22.4 millones de pasajeros anuales (prepandemia), que generan 329 mil empleos directos en el país y 2.1% del PIB.
En América Latina y el Caribe tenemos casos de naciones que han reducido gravámenes al transporte aéreo y de inmediato el número de pasajeros comienza a incrementarse sustancialmente, atrayendo a más turistas, eventos y negocios que generan consumos en el país: hoteles, transporte, comidas, entretenimiento, servicios y un largo etcétera que genera empleos e ingresos para la población y para el país.
“Existen buenas prácticas y ejemplos concretos que demuestran cómo una tributación equilibrada y eficiente atrae viajeros internacionales y nacionales, activa múltiples industrias y genera mayores ingresos para el Estado y la población. Es importante recalcar que la aviación es una de las industrias más agravadas mundialmente y en Argentina lo es aún más”, agrega Botelho.
Dónde está la aviación está el desarrollo y nuestro compromiso es contribuir a que toda la región esté conectada y tenga acceso a los beneficios económicos y sociales que genera la actividad aeronáutica.
Fuente: A21Mx