El Premier Javier Velásquez Quesquén, tras su fugaz visita a lo que queda de Haití después del terremoto, a donde fue en compañía de dos ministros y 18 médicos llevando ayuda humanitaria a bordo de uno de los aviones de la Fuerza Aérea Peruana (FAP), aclaró la versión que atribuía que ellos habían ocupado los cupos destinados a los bomberos peruanos dejándolos sin poder viajar para cumplir con su misión, es inexacta.
Atribuyó este percance a una adecuada comunicación o contacto con el jefe militar encargado del transporte aéreo en una de las aeronaves y que los bomberos seguramente irían en otros vuelos que la FAP está cubriendo para auxiliar al pueblo haitiano, así como rescatar a probables víctimas peruanas de aquella hecatombe.
Por otro lado dijo que lo que había podido ver en la capital de Haití (Puerto Príncipe) era un cuadro desolador, comenzando por el aeropuerto, que se quedó sin torre de control y cuyos técnicos no están a la vista porque todos han corrido a buscar a sus familiares entre las ruinas de su ciudad, ocurriendo lo mismo con el cónsul honorario del Perú. ”La situación es de un caos total”, explicó el Premier.
