El presidente brindará mañana el discurso del Estado de la Unión, en el que explicará que el presupuesto para el 2011 que enviará próximamente al Congreso incluirá una congelación del costo de varios programas públicos.
Según el diario español El Mundo, tras el terremoto político que supuso la derrota de los demócratas en Massachusetts la semana pasada, la Casa Blanca diseño un cambio de sus prioridades y estrategias para buscar una mayor sintonía con el electorado. Una de las novedades pasa por situar la reducción del déficit público en un lugar privilegiado de la agenda de Obama.
De ahí que se haya filtrado que el presidente propondrá una congelación del gasto público en su discurso del Estado de la Unión del miércoles.
En concreto, el presidente de los EEUU explicará que el presupuesto para el 2011 que enviará próximamente al Congreso incluirá una congelación del coste de varios programas públicos, que sólo podrá crecer el mismo porcentaje que la inflación. Obama pretende extender está medida a los otros dos años siguientes que completarán su mandato.
La propuesta afectará a los programas y las agencias cuyo presupuesto es asignado por el Congreso de forma anual, como los subsidios a la agricultura, o a la educación pública. No obstante habrá varias excepciones: los presupuestos del Pentágono, la ayuda exterior, el departamento de Seguridad Interior, la secretaría de Asuntos de los Veteranos de guerra, y los programas públicos de sanidad.
Aeronoticias considera que la medida responde a la voluntad de la Casa Blanca de congraciarse con los votantes independientes, considerados clave para las próximas elecciones legislativas de noviembre. Y es que una de las mayores preocupaciones para este grupo de votantes, no afiliados a los republicanos ni a los demócratas, el déficit desbocado del país.
Otra de las nuevas estrategias de la Casa Blanca pasa por la presentación de un paquete de medidas en el ámbito económico relativamente modestas y fáciles de aprobar, todo lo contrario que las grandes reformas que había querido convertir en el sello de su presidencia hace una año, como la reforma sanitaria, o la ley contra el cambio climático.