Según un importante diario chino denunció el martes una conspiración estadounidense y afirmó que China puede vivir sin Google, prosiguiendo con la guerra verbal abierta entre los medios estatales chinos y Estados Unidos en torno al control de internet. Hace dos semanas, Google, el mayor proveedor del mundo de búsquedas online, amenazó con cerrar su portal chino Google.cn y retirarse del país debido a problemas de censura y a sofisticados ataques electrónicos con origen en el país asiático.
El Gobierno del presidente Barack Obama ha respaldado las críticas de Google, y el jueves la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, instó a China a abandonar la censura en internet e investigar las denuncias de ataques electrónicos, que según algunos expertos podrían haber sido organizados por Pekín. Las autoridades y los medios chinos empezaron respondiendo a las críticas de la empresa y de Washington con escuetos comentarios, para después lanzarse a una oleada de desprecios con todas las señas de una contracampaña organizada.
El principal diario del país advirtió que la disputa en torno a la red está perjudicando a las relaciones bilaterales a mayor escala, que también se han visto afectadas por diferencias comerciales, las ventas de armamento estadounidense a Taiwán y la posibilidad de que Obama se reúna con el Dalai Lama, al que Pekín considera un separatista. «No es difícil ver la sombra del Gobierno de Estados Unidos detrás de la politización del asunto Google», afirmó el Diario del Pueblo, que recoge la opinión del Partido Comunista gobernante, en un comentario sobre la disputa de internet.
Washington, prosiguió el diario, ha aprovechado las reclamaciones de la compañía «en un esfuerzo por restringir el derecho de China a proteger su seguridad e intereses nacionales en internet». Google ha dicho que quiere mantener conversaciones con el Gobierno chino para resolver sus quejas. El Diario del Pueblo, sin embargo, añadió algo más de incertidumbre a las esperanzas de la firma.
«Quizá Google ya se ha dado cuenta de que China puede vivir sin Google, pero que sin China, Google no tiene futuro», afirmó.
CONTRAATAQUE ORQUESTADO
La avalancha de críticas, reflejada en otros diarios destacados del país, sugiere que el discurso de Clinton molestó a los desconfiados líderes chinos, que llevan tiempo diciendo que Occidente está decidido a socavar el poder del Partido Comunista. Las autoridades chinas de propaganda suelen azuzar a la prensa local, que está bajo control del Estado, para defender sus políticas en momentos de tensión, especialmente si hay presión extranjera.
«Las críticas de los medios están sin duda orquestadas para enviar un mensaje del Gobierno chino, pero también intentan cambiar el objetivo de Google al Gobierno de Estados Unidos», apuntó Li Datong, un ex editor del Diario China Joven que fue despedido tras quejarse de censura. «Eso no significa que no haya espacio para un compromiso, pero en público el Gobierno chino nunca quiere aparecer como si se estuviera ablandando», dijo Li a Reuters.
China afirma que sus controles de la Red son necesarios para proteger a los menores, aunque también se impide el acceso a otros temas sensibles como las referencias a las sangrientas medidas de fuerza que acabaron con las manifestaciones prodemocráticas en la plaza de Tiananmen en 1989. El Estado bloqueó páginas como Facebook, Twitter y YouTube -propiedad de Google- después de disturbios étnicos en las provincias de Xinjiang y Tíbet.
Pekín también ha negado las acusaciones de ataques electrónicos, afirmando que es una gran víctima de los piratas informáticos.