El fabricante informático Apple presentará el miércoles un nuevo aparato, que probablemente sea una tableta electrónica a medio camino entre un ordenador, un reproductor de audio y vídeo y un lector digital, que podría marcar otro giro en el consumo de los nuevos medios. El acontecimiento es aguardado desde hace meses con gran expectativa, más aún tratándose de una firma como Apple, que manteniéndose fiel a su cultura del secreto se limitó a anunciar para el 27 de enero la revelación de su «última creación».
De golpe, «toda esta expectativa se parece a la que tenían (los judíos) antes de que Moisés anunciara los diez mandamientos», bromea el analista Mike Abramsky de la firma RBC Capital Markets. Si la ‘tableta’ se parece a las descripciones que circulan en blogs especializados, será la primera gran novedad de Apple desde la salida de su teléfono multifunción iPhone en 2007. El nuevo artilugio sería una pantalla electrónica de una sola pieza (de 25 centímetros), de comando táctil, con cámara de fotos y conectividad internet WiFi o por red de telefonía móvil 3G.
En otras palabras, una especie de versión extra grande del iPod Touch, que es a su vez el hermano menor del iPhone, con el que comparte prácticamente todas las funciones excepto la comunicación por voz. Los analistas estiman que este nuevo aparato se vendería por 600 a 1.000 dólares, es decir tres veces más que los libros electrónicos que actualmente están en el mercado y cuyas funciones son muy limitadas, entre otros por su pantalla en blanco y negro.
Sintiendo el peligro, el distribuidor por internet Amazon no esperó la revelación de Apple y anunció, la semana pasada, las próximas mejoras para su libro electrónico Kindle, hasta ahora líder en el mercado: comunicó su código fuente, para que los desarrolladores puedan crear aplicaciones y juegos adaptados, y anunció una nueva política de ventas que mejora los ingresos de los autores por sus derechos. El problema para Amazon es que «bien puede haber ganado la batalla de los libros electrónicos, pero la guerra se trata de cosas mucho más importantes», comentó la analista independiente Carmi Levy.
«Pensamos que Apple prevé redefinir el concepto de informática portátil, de la misma forma como Mac redefinió la computación», estima Abramsky. Este analista ve no obstante posibles escollos, en particular del lado de los medios tradicionales, porque «el éxito de la tableta se basa en una gran cooperación por parte de proveedores de programas (información, libros, música, etc.) bajo un modelo de funcionamiento trastocado».
Según informó la semana pasada el sitio web del Wall Street Journal, Apple ya estaba en contacto con medios tradicionales, desde el New York Times a Disney, pasando por la editorial HarperCollins. Apple revolucionó la forma de escuchar y adquirir música con su reproductor digital iPod y su aplicación iTunes, y luego volvió a sacudir el mercado con sus teléfonos portátiles iPhone, capaces de albergar innumerables aplicaciones. Ahora resta saber si la hazaña se repetirá nuevamente.