La ministra de Cultura haitiana, Marie Laurence Jocelyn Lassegue, rectificó la cifra dada inicialmente y dijo que finalmente eran nueve, en lugar de diez, los estadounidenses detenidos, en la frontera de Haití con República Dominicana, acusados de querer sacar del país sin documentos a 33 niños haitianos, quienes negaron el cargo y afirmaron que sólo querían darles asistencia temporal a los niños según informaron las autoridades locales.
«En la frontera entre Haití y la República Dominicana la policía detectó un autobús a bordo del cual viajaban muchos niños sin documentos. Por esto la policía decidió llevar el autobús a Puerto Príncipe», precisó la funcionario, quien informó que de los 33 niños, el más grande tiene 14 y el más pequeño, dos. Los estadounidenses, encabezados por Silsby Laura Lavonne que dice ser miembro del grupo humanitario New Life Children`s Refuge, con sede en el estado norteamericano de Idaho, fueron detenidos en la zona de Malpaso, fronteriza con el poblado dominicano de Jimaní, cuando viajaban a República Dominicana, según detalló el Ministerio de Haitianos Viviendo en el Exterior (MHAVE).
«La idea era llevar a los niños para que reciban atenciones, comida y ropas», explicó Lavonne ante el juez de paz Isaïe Pierre-Louis, que la interrogó luego de la detención, según un comunicado emitido por MHAVE y difundido por la agencia de noticias DPA. Según Lavonne, arrestada junto a otras mujeres y cinco hombres el sábado a la noche, «vinimos a Haití para ayudar a los que carecen de otra fuente de asistencia», reportó la cadena estadounidense CNN en su página online.
«No tenemos nada que ver (con el tráfico de niños). Es exactamente lo contrario contra lo que luchamos. Confiamos en que se establecerá la verdad», dijo la mujer. El titular del MHAVE, Edwin Paraison, consideró que «fuera de las consideraciones respecto a la real intención de los implicados, técnicamente estamos ante un caso de infracción a las leyes haitianas», ya que sólo la Dirección del Bienestar Social, del Ministerio de Asuntos Sociales, puede autorizar que los chicos menores de edad salgan del país.
Según medios de prensa estadounidenses, que citaron fuentes cercanas a la policía de Haití, hay «razonables sospechas» de que los detenidos querían sacar del país a los niños, en un tráfico ilegal vinculado con adopciones irregulares, difundió la agencia de noticias Ansa.
Las autoridades haitianas dijeron que ninguno de los nueve estadounidenses tiene documentos para probar que los niños están comprendidos en prácticas de adopciones legales.
Durante el interragotorio con el juez, Lavonne narró que adquirió un terreno en el balneario dominicano de Cabarete para construir un orfanato para recibir a niños haitianos que quedaron huérfanos como consecuencia del terremoto de 7.0 grados del 12 de enero, que dejó unos 200.000 muertos y más de un millón de damnificados. La mujer se defendió al decir que mientras construye el orfanato, alquiló un hotel de 40 habitaciones en la comunidad de Gaspar Hernández, cerca de Cabarete en la costa norte de República Dominicana, donde funcionaría su centro «New Life Children`s Refugee», difundió la agencia de noticias DPA.
Mientras tanto, los 33 chicos fueron trasladados a la «Village SOS», un centro gubernamental en la comunidad de Santo, en las afueras de Puerto Príncipe.
Aeronoticias considera las alarmas han sonado, respecto a que en casos de desastre como este, donde el caos reina y la desorganización prima es absolutamente vital instaurar políticas de seguridad para brindar protección a los niños que en casos como estos pueden ser raptados para la trata de niños, y el tráfico de personas para adopciones en un contexto en el que no se puede permitir actos como estos bajo ningún criterio.
Luego de que el terremoto dejara un gran número -aun no cuantificado- de chicos huérfanos, tanto el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, como UNICEF, han denunciado el tráfico ilegal de menores de edad.
Las oficinas de UNICEF en Santo Domingo y en Puerto Príncipe anunciaron esta semana que con apoyo de las autoridades de ambos países redoblaron la vigilancia, tanto en la frontera bilateral, como en los aeropuerto dominicano, para impedir el tráfico de niños.
