El titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), Martín Pérez, declaró esta mañana que la ciudadela inca de Machu Picchu, considerada como una joya del turismo mundial, no ha sufrido daño alguno por efecto de las intensas lluvias que afectó al Cusco, aislando a más de dos mil turistas de todas las nacionalidades que fueron finalmente rescatados a través de un puente aéreo dispuesto por el gobierno peruano.
Señaló que el problema se centró en la localidad de Aguas Calientes, ubicada más abajo de Machu Picchu que tiene una población de unos 6 mil habitantes, siendo la mitad habitantes propios del lugar en tanto que la otra mitad está compuesta por foráneos, es decir una población flotante que ha devenido en un desordenado hacinamiento de hostales, pequeños restaurantes y tiendas de artesanías cusqueñas.
Señaló que el problema se centró en la localidad de Aguas Calientes, ubicada más abajo de Machu Picchu que tiene una población de unos 6 mil habitantes, siendo la mitad habitantes propios del lugar en tanto que la otra mitad está compuesta por foráneos, es decir una población flotante que ha devenido en un desordenado hacinamiento de hostales, pequeños restaurantes y tiendas de artesanías cusqueñas.
Martín Pérez, señaló que por este motivo se emprenderá una campaña para realizar una reubicación racional de estos locales y terminar con el caótico aspecto que dan a los millares de turistas que acuden diariamente a Machu Picchu.
De otro lado se mostró partidario de que en el futuro corresponda a las fuerzas armadas la responsabilidad de proteger a los damnificados de cualquier desastre natural o de otra índole porque solamente estas están en capacidad de sostener una logística adecuada y eficaz como ha quedado demostrado en el Cusco recientemente.
