Ruth Shady Solís, jefa del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS), indicó a “Andina” que el año pasado recibieron 50 mil 385 visitantes, unos ocho mil más que el año anterior.
Shady dijo que este año se espera seguir esa tendencia, siempre que se incida más en una política de Estado de promoción de los valores del patrimonio arqueológico nacional ubicados en las diferentes zonas del Perú.
“El país debe mostrar al mundo la riqueza diversa que posee, no solo las que hay en el sur. Así, los extranjeros pondrán mayor atención a zonas como Caral, Chan Chan, Chavín de Huántar, Kuélap, etc.”, expresó.
“La riqueza cultural constituye una fortaleza para fomentar el desarrollo turístico sostenible y con responsabilidad social. La riqueza arqueológica es nuestra mayor fortaleza”, añadió.
Además Shady Solís mencionó que teniendo en cuenta el cierre temporal de Machu Picchu por las lluvias, las posibilidades de que las visitas se redirijan hacia Caral son muchas debido a su cercanía con Lima.
“Esperamos que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo implemente un plan para que, frente a estas circunstancias, pueda hacer conocer otras maravillas que posee el país”, recalcó.