La Policía de Colombia con el apoyo de la DEA, desarticuló cuatro redes de narcotraficantes y capturó a 21 personas pedidas en extradición por Estados Unidos en la más grande operación antidrogas en la última década, informó el lunes la institución armada. El director de la Policía Nacional, general Oscar Naranjo, reveló que entre los capturados figuran 12 pilotos y una mujer acusada de ser el enlace entre los carteles colombianos y el capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán.
«Estamos frente al golpe estructural más importante desde que se produjo la llamada Operación Milenio», dijo el oficial al destacar el apoyo de la Agencia Antidrogas estadounidense. «Estamos hablando de una operación sostenida de dos años que ha permitido la acumulación de material incontrovertible de tráfico, la identificación de rutas, de aeronaves, de sitios de despeje, de centros de acopio en 10 países de América», explicó Naranjo.
El oficial dijo que las redes desarticuladas transportaban cocaína para cuatro poderosos narcotraficantes colombianos incluidos Daniel «El Loco» Barrera y los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna. «Según las pesquisas, uno sólo de los detenidos tenía cinco aviones privados que fueron inmovilizados con droga en la última semana, en tanto que un total de 25 aeronaves han sido identificadas e inmovilizadas», precisó Naranjo.
Desde la Operación Milenio, realizada entre 1988 y 1999, en la que cayó Fabio Ochoa Vásquez, una antigua leyenda del narcotráfico de Colombia que fue extraditado a Estados Unidos, no se había dado un golpe tan significativo a las estructuras del narcotráfico en Colombia, según la Policía Nacional. Colombia es considerado el primer productor mundial de cocaína y Estados Unidos es su principal aliado en la lucha contra el narcotráfico.
Desde el 2000, Washington ha entregado a Bogotá más de 5.000 millones de dólares en ayuda militar y entrenamiento para combatir el tráfico de drogas en el que están involucrados carteles, la guerrilla izquierdista y antiguos paramilitares.
La posición geográfica de Colombia, rodeada por dos océanos, lo convierte en un sitio estratégico para el tráfico de drogas y de armas pese a los esfuerzos de las autoridades para evitarlo, según fuentes de seguridad.