(Aeronoticias): NP. RACE.- El pasado 27 de octubre, SENASA comunicó el cierre temporal del aeródromo de Ocaña (LEOC), uno de los clásicos de la aviación general y deportiva en España. Aunque se ha puesto en venta, el proceso ha sido poco transparente y ha generado incertidumbre sobre su futuro aeronáutico.
Tras una subasta fallida en la que se alcanzó la cifra de 7,5 millones de euros, el aeródromo se puso nuevamente a la venta en mayo de 2023 por un precio de salida de más de doble del original. Sin embargo, usuarios de Ocaña han señalado que el proceso no ha sido transparente, con incumplimientos de plazos y dudas sobre la capacidad financiera de los compradores.
ESTE CIERRE “TEMPORAL” HA SUPUESTO LA PARALIZACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE COLECTIVOS COMO EL AEROCLUB DE OCAÑA, LAS SILLAS VOLADORAS O EL CENTRO DE PARACAIDISMO SKYDIVE
Además, antes de conocerse de forma oficial el comprador, ya había un cartel ofreciendo posibilidades de inversión en el «nuevo aeródromo de Ocaña» en la feria de IFEMA European Rotors 2023. Todo esto distrae del origen del problema: una mala gestión del aeródromo público por parte de SENASA , que ha ido languideciendo en los últimos años.
El cierre temporal ha supuesto la paralización de las actividades que se realizan en el aeródromo, incluyendo importantes perjuicios económicos y de actividad para empresas como el Aeroclub de Ocaña, el Club Deportivo de Las Sillas Voladoras o el Centro de Paracaidismo Skydive, entre otras. Además, ha impedido a los usuarios disfrutar del vuelo sin motor y de la labor de inclusión de personas con discapacidad en la actividad aeronáutica.
Se espera pues, que el próximo propietario del aeródromo continúe con la actividad aeronáutica y permita el regreso de las empresas y organizaciones afectadas. Es necesario que se gestione adecuadamente un aeródromo que tiene 50 años de historia y titularidad pública para evitar que se pierda otro centro importante para el vuelo sin motor en España.
Fuente: aviaciondigital.com
