Se trata de la operación Moshtarak, el mayor operativo militar de las tropas aliadas en ese país desde la caída del régimen talibán en 2001. «Parecen confusos y desorientados», dijo el vocero militar británico Gordon Messenger, tras la incursión que, según precisó, dejó 27 talibanes muertos y permitió incautar 2.500 kilos de explosivos. En tanto, doce civiles murieron en un bombardeo lanzado contra milicianos insurgentes.
La altos mandos militares internacionales mostraron también su satisfacción por la «poca resistencia» que mostraron hasta ahora las milicias talibanes presentes en la zona, según el portavoz provincial Dawoud Ahmadi, reportado por la agencia de noticias Europa Press. Sin embargo, pocas horas después de que el mando militar considerara «exitosa» la misión, Stanley McChrystal, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), informó que un misil lanzado contra milicianos insurgentes «falló su objetivo» y acabó con la vida de doce civiles afganos.
«Lamentamos que se pierdan vidas inocentes durante nuestros esfuerzos conjuntos. Queremos transmitir nuestro más sentido pésame y les aseguramos que haremos todo lo que podamos para evitar incidentes en el futuro», afirmó McChrystal. El presidente afgano, Hamid Karzai, manifestó también su pesar por el incidente y emplazó a las fuerzas aliadas a mostrar cautela durante la ofensiva para evitar la muerte de civiles. Tras escuchar la noticia, Hamid Karzai ordenó de inmediato una investigación, ya que había ordenado anteriormente que la operación fuera cuidadosa para evitar la muerte de civiles inocentes», explicó la Presidencia afgana en un comunicado.
En tanto, el representante civil de la Alianza Atlántica, Mark Sedwill, coincidió en evaluar como «positivas» las noticias sobre la ofensiva desde Kabul, aunque señaló que aún es pronto para hacer valoraciones. La ofensiva militar Moshtarak, está liderada por 4.000 marines estadounidenses y 4.000 soldados británicos, con el apoyo de soldados afganos, canadienses, daneses y estonios.
Aeronoticias considera que la publicidad que se ha dado a la nueva ofensiva parece haber resultado efectiva para que los insurgentes se rindan sin ofrecer demasiada resistencia. No sólo los insurgentes, sino también la mayoría de los habitantes de la región han huido y algunas ciudades han quedado desiertas. Las bajas de hoy se produjeron a pesar de que -según informó el comando estadounidense- la mayoría de los pobladores de la zona huyeron a los desiertos de alrededor o a la capital de la provincia, Lashkar Gah, a unos 40 kilómetros.
El ataque a Marjah constituye un quiebre en relación a estrategias anteriores en Afganistán y se centra en cimentar el Estado Afgano. Washington no desea que sea visto como una ofensiva más de las tropas extranjeras, razón por la cual los comandantes estadounidenses destacan el papel de las tropas afganas en el mismo.
Las fuerzas internacionales -de acuerdo al nuevo planteo- están en Afganistán apoyando al gobierno local y no como parte de una cada vez mayor ocupación extranjera.
Antes de Moshtarak, había entre 400 y 1.000 insurgentes en la región de Marjah. La OTAN espera asegurar la región de unos 125.000 habitantes lo antes posible y después suministrar a estos ayuda y servicios públicos.
