(Aeronoticias): Miguel Gutiérrez / Aviación Digital, Sp. – Boeing no consigue levantar cabeza. Este año está siendo el peor en la historia de la compañía. A los enormes fallos de seguridad por las malas prácticas en la producción se suman millonarias indemnizaciones y una huelga de sus trabajadores.
Un accidente que reveló la mala praxis de Boeing
El año comenzó con un accidente que dejó en shock al mundo de la aviación. Un 737-9 MAX de Alaska Airlines perdió una puerta en pleno vuelo dejando decenas de heridos. Este episodio inició profundas investigaciones por parte de la Administración Federal de Aviación estadounidense. Las pesquisas revelaron que no se trataba de un caso aislado sino que detrás había una política de malas prácticas en la fabricación de las aeronaves. Boeing optaba por poner parches con tal de no retrasar la producción
Indemnizaciones y multas por doquier
Los incidentes de Boeing se han traducido en millones de dólares en indemnizaciones. El fabricante no solo ha tenido que pagar a los afectados por los accidentes de este año sino también multas por los de años pasados. Los accidentes mortales de 2018 y 2019 dejaron 346 fallecidos. La empresa fue sancionada con 244 millones dólares
Pérdida de confianza y resultados negativos
Todo ello se tradujo en la pérdida de confianza por parte de los clientes y de las autoridades. La FAA congeló la producción de Boeing hasta que se solventasen todos los problemas de seguridad. Este parón tuvo un efecto devastador para la compañía que ha obtenido unos desastrosos resultados en lo que va de año. Por el momento, ha perdido 1.794 millones de dólares netos en el presente curso. Unos datos que van camino de empeorar más si cabe con la huelga que está teniendo lugar.
Una huelga que cuesta a Boeing 100 millones diarios
Los trabajadores de Boeing también han dicho basta. 32.000 de ellos iniciaron el viernes pasado una huelga ante la ausencia de acuerdo sobre las condiciones laborales del nuevo contrato. La empresa propuso un aumento salarial del 25% pero fue rechazado por los trabajadores pese a que el sindicato IAM sí dio el visto bueno.
El paro de estos 32.000 empleados ha obligado a Boeing a recortar costes congelando contratos, reduciendo los viajes al mínimo e incluso se plantea soluciones temporales para los trabajadores. La huelga le cuesta al fabricante 100 millones al día. Por ello, se ha dado prisa en retomar las negociaciones con los empleados que piden un aumento de sueldo del 40%. Cierto es que la última vez que se revisaron sus condiciones fue hace 16 años. Ahora, las partes están tratando las reglas de la mesa de negociación, es decir, aún no se está hablando de condiciones.
Por si fuera poco: más indemnizaciones
La gota que ha colmado el vaso han sido los 150 millones de dólares que Boeing tendrá que pagar a Embraer por incumplimiento de un acuerdo que firmaron en 2018. La empresa brasileña dedicada a los aviones pequeños pactó llevar a cabo una ‘joint venture’ con Boeing hace ya 7 años pero el fabricante americano se echó finalmente para atrás.
Ambas partes se acusaron mutuamente de incumplir el acuerdo pero un juzgado ha dado la razón a los brasileños que serán indemnizados por los estadounidenses con 150 millones de dólares. Este ‘joint venture’ valorada en 5.250 millones de dólares sería controlada por Boeing al 80% y por Embraer en un 20%. Cada día Boeing y su nueva cúpula encuentran nuevos problemas.
Fuente: aviaciondigital.com
