(Aeronoticias): Aviación Digital, Sp.- La pandemia de COVID-19 produjo un cambio sin precedentes en la movilidad aérea, llevando a una drástica reducción en el uso de la aviación a nivel global y, particularmente, en Europa.
El estudio de Patino-Artaza, King y Savin (2024) ofrece un análisis profundo sobre el impacto de la pandemia en el consumo de combustible en la aviación, así como la recuperación posterior y los retos hacia un futuro sostenible en el sector. Este análisis técnico explora las principales transformaciones que experimentó el transporte aéreo en Europa, la permanencia de algunos cambios y el camino hacia una aviación más ecológica.
Efectos Inmediatos de la Pandemia en el Consumo de Combustible en Aviación
La pandemia trajo consigo un desplome significativo en el tráfico aéreo, impulsado por estrictas políticas de confinamiento y cierre de fronteras. En el punto más álgido de las restricciones, el consumo de queroseno para la aviación cayó en más del 50% en varios países europeos. Según los datos analizados en el estudio, esta reducción fue la más pronunciada en comparación con otros modos de transporte, subrayando la alta vulnerabilidad del sector aéreo frente a crisis globales.
Durante 2020 y 2021, los viajes aéreos se mantuvieron muy por debajo de los niveles prepandémicos, debido tanto a las políticas de confinamiento como al miedo al contagio. Aunque algunos países lograron una recuperación moderada hacia mediados de 2021, el sector aéreo continuó con una lenta recuperación en comparación con el transporte terrestre, que mostró un repunte más acelerado.
La Recuperación del Sector y el Impacto de Políticas de Contención
El estudio revela que las políticas más influyentes en la reducción de los viajes aéreos fueron los controles de viaje internacional y la cancelación de eventos públicos, lo cual impactó fuertemente en el turismo y en los viajes de negocios, dos pilares del sector de la aviación. Estas restricciones de viaje, junto con la percepción de riesgo en aeropuertos y aviones, llevaron a una mayor adopción de alternativas de movilidad, como el turismo local y el uso de transporte terrestre, donde fue posible.
A medida que las restricciones se levantaron, el sector de la aviación comenzó a mostrar signos de recuperación. Sin embargo, esta recuperación varió entre países y estuvo estrechamente ligada a la dependencia de cada nación en el turismo internacional. Países como Grecia, España e Italia, con fuertes industrias turísticas, experimentaron una rápida recuperación de los vuelos, mientras que otros con menor dependencia del turismo mantuvieron niveles reducidos de consumo de queroseno.
Persistencia de los Cambios en los Hábitos de Viaje Aéreo
Una de las cuestiones centrales del estudio es si los cambios en los hábitos de viaje aéreo se mantuvieron una vez finalizadas las restricciones. Los resultados muestran que, aunque muchos países registraron un “rebote” en el uso del transporte aéreo, otros, como Suecia, Dinamarca y la República Checa, lograron mantener una reducción en el consumo de queroseno en comparación con 2019. Esta persistencia podría deberse a factores sociales y culturales, como la conciencia medioambiental y la preferencia por viajes de menor impacto.
En Suecia, el fenómeno de la «vergüenza de volar» (flygskam), que señala la preocupación por las emisiones de carbono generadas por la aviación, ha influido en las decisiones de muchos ciudadanos. Este cambio de mentalidad, junto con políticas nacionales que incentivan el transporte sostenible, parece haber contribuido a una disminución duradera en el uso de la aviación.
Desafíos para la Sostenibilidad del Sector Aéreo
El camino hacia una aviación sostenible enfrenta numerosos desafíos. En términos de reducción de emisiones, la aviación es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar, debido a la alta dependencia de combustibles fósiles y la limitada viabilidad de alternativas como los biocombustibles y los aviones eléctricos en rutas de larga distancia. Según el estudio, aunque se observaron reducciones temporales en las emisiones, el sector mostró una alta inelasticidad de precios, ya que los pasajeros reanudaron los vuelos incluso ante un aumento de los precios de combustible en 2022. Esto subraya la necesidad de políticas específicas que impulsen una transición hacia combustibles sostenibles o alternativas de menor impacto.
Proyecciones y Recomendaciones de Política
La recuperación de la aviación tras la pandemia plantea una oportunidad crítica para fomentar cambios sostenibles. Algunas recomendaciones que emergen del análisis son:
- Impulso de Combustibles Sostenibles: El desarrollo e implementación de biocombustibles sostenibles y tecnologías alternativas como el hidrógeno verde podrían ayudar a reducir las emisiones del sector aéreo. Sin embargo, esta transición requiere de un respaldo sustancial por parte de políticas de subsidios e inversión en infraestructura.
- Promoción del Transporte Multimodal: El fomento de opciones de transporte multimodal, como el tren para rutas de corto y medio alcance, podría reducir la dependencia de la aviación, especialmente en países con una buena infraestructura ferroviaria. Esto es particularmente relevante en Europa, donde el transporte ferroviario podría ofrecer una alternativa viable y sostenible para viajes que tradicionalmente se realizan en avión.
- Conciencia Ambiental y Cambio Cultural: Países como Suecia han demostrado que los cambios culturales, como la “vergüenza de volar”, pueden complementar las políticas de sostenibilidad. Campañas de concienciación y la promoción de un estilo de vida con menor huella de carbono podrían fomentar una reducción en la demanda de vuelos.
- Incentivos a Empresas para Reducir los Viajes de Negocios: El auge del teletrabajo durante la pandemia evidenció que muchos viajes de negocios pueden evitarse. Las políticas que incentiven a las empresas a reducir los viajes de trabajo y adoptar alternativas virtuales pueden disminuir de manera significativa la huella de carbono de este sector.
Conclusión: La Necesidad de una Transformación Profunda en la Aviación
La pandemia de COVID-19 evidenció la vulnerabilidad del sector aéreo a eventos globales y mostró que una reducción en el uso de la aviación es posible, aunque de carácter temporal.
Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y mitigar el cambio climático, el sector de la aviación debe experimentar una transformación estructural profunda, con un enfoque en la reducción de su impacto ambiental. Aunque el estudio muestra que ciertos cambios de comportamiento en la aviación fueron efímeros, los casos de países con reducciones duraderas ofrecen lecciones valiosas para establecer un futuro de aviación más sostenible.
Para que Europa logre estos objetivos, será crucial implementar políticas que no solo promuevan la tecnología sostenible, sino que también cambien la cultura de los viajes, incentivando un uso responsable y consciente de la aviación.
Fuente: aviaciondigital.com