El caso causó inmediata polémica entre la ONEMI y la Armada Chilena, rechazando cada cual la responsabilidad del fatídico error que de todas maneras ocasionó la muerte de 5 personas, y 14 desaparecidos en la bahía de Cumberland, a unos 670 kilómetros al oeste de la parte continental chilena, donde el mar penetró más de 3 kilómetros engullendo viviendas, cementerios, iglesias, campos deportivos y escuelas.
Al respecto, la directora de ONEMI, Carmen Fernández, dijo que la Armada Chilena había afirmado que no se produciría tsunami alguno porque se trataba de un oleaje de unos 18 centímetros, cuando, en realidad hablábamos de 18 metros, dijo .Por su parte el comandante de la ACH, Juan Pablo Willumsen, se disculpó a través de Radio Cooperativa de Santiago.
El caso es que la falla en la detección del citado tsunami afectó seriamente al archipiélago de Juan Fernández como consecuencia del violento terremoto, uno de los más violentos registrados en el planeta y estimado en 8.8 grados en la escala de Ritcher.