Dicho congreso ( el N° XXIII) tuvo como escenario la llamada Casa del Pueblo del PAP, sita en la avenida Alfonso Ugarte de Lima, hasta donde llegó después el Jefe del gobernante partido aprista y presidente del país, Alan García Pérez, para felicitar al nuevo Secretario General y tomarle el juramento como tal.
La expulsión de Mulder tuvo visos de escándalo pues incluso fue encerrado en medio de gritos de repudio de sus detractores, acusándolo entre otras culpas de haber entregado credenciales falsas a los delegados que eran de su simpatía desde una oficina ajena al local principal del Apra, ubicada en la avenida Arenales.
La fuerte disputa entre las facciones de Mauricio Mulder y la de Jorge del Castillo fue para tomar el control de la alta dirigencia del Partido Aprista, lo que luego permitirá elegir a los futuros candidatos apristas para las elecciones municipales y regionales que tendrán lugar en Octubre del presente año.
A pesar de los evidentes escándalos, el Jefe de Estado, Alan García Pérez, dijo que “no hubo violencia porque no hubo muertos”.