Por Sebastian Palacin Newell – Idiosincrasia de Surinam: Mezcla Étnica Viva, Tolerancia Cotidiana y Orgullo Silencioso

Su idiosincrasia es una invitación a comprender que la diversidad no necesita ser teorizada cuando se practica todos los días. Es un país pequeño, pero con una riqueza humana que lo hace grande, fuerte y profundamente auténtico.

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(Aeronoticias): Surinam es un país donde se habla neerlandés en la selva tropical, donde el hinduismo, el islam y el cristianismo celebran uno al lado del otro, y donde la diversidad no es un desafío, sino un hecho de la vida. Su idiosincrasia está marcada por la convivencia interétnica, la herencia colonial peculiar y una calma caribeña impregnada de selva amazónica.

1. Cultura y Sociedad: Multiculturalismo Naturalizado y Equilibrio Social

Surinam es uno de los países más multiculturales del planeta. Su población incluye:

  • Hindustanis (descendientes de indios)
  • Javaneses
  • Africanos y cimarrones (maroons)
  • Chinos
  • Indígenas
  • Europeos (especialmente neerlandeses)
  • Criollos (mezclas afrodescendientes)

Esta diversidad convive sin necesidad de grandes discursos ideológicos. La tolerancia y el respeto están incorporados en la vida diaria. No es extraño que Navidad, Diwali, el Eid y el Año Nuevo chino se celebren con naturalidad en el mismo vecindario.

El idioma oficial es el neerlandés, pero la lengua común es el sranan tongo, un criollo que todos entienden y que representa el verdadero mestizaje nacional.

2. Política: Democracia Mestiza y Tensiones Históricas

Surinam es una república presidencialista democrática, con elecciones regulares y participación activa. El sistema político está influenciado por la historia colonial neerlandesa, la migración forzada, la esclavitud y la independencia en 1975.

A pesar de su pequeña población (poco más de 600 mil personas), la política es vibrante y plural, pero también ha estado marcada por etapas de inestabilidad, como la dictadura militar de los años 80 bajo Dési Bouterse.

Hoy, el país busca estabilidad económica y modernización institucional, enfrentando desafíos de corrupción, desigualdad y crisis fiscal.

3. Economía: Dependencia de Recursos y Reinvención Necesaria

La economía de Surinam se basa principalmente en:

  • Minería (bauxita, oro, petróleo)
  • Exportación de madera tropical
  • Agricultura (arroz, bananas)
  • Pesca
  • Ayuda internacional (de Países Bajos y organismos multilaterales)

Es un país rico en recursos, pero vulnerable por la dependencia de materias primas y la falta de diversificación. Hay una juventud preparada que busca alternativas sostenibles, especialmente en turismo ecológico, tecnología y energías limpias.

4. Gastronomía: Fusión Sabrosa de Medio Mundo

La cocina surinamesa refleja su gente: es una fusión mestiza en el mejor sentido.

Platos típicos:

  • Roti: Pan plano indio con curry de papa, pollo o garbanzos.
  • Pom: Cazuela de yuca con pollo, receta criolla tradicional.
  • Saoto soep: Sopa javanesa con pollo, huevo, brotes y arroz.
  • Bami y nasi goreng: De influencia indonesia.
  • Peperpot: Estofado afrodescendiente de carne con cassareep (extracto de yuca amarga).

Las combinaciones son infinitas: arroz indio con salsa javanesa, pan hindú con relleno criollo, y frutas tropicales como acompañamiento. Comer en Surinam es probar cinco cocinas en una sola comida.

5. Publicidad y Medios: Lengua Criolla, Unidad y Color Local

La publicidad surinamesa es cercana, simple y enfocada en la identidad nacional diversa. Se usa el sranan tongo como forma de conectar emocionalmente con el público, incluso en anuncios oficiales.

Las campañas suelen promover:

  • Unidad cultural
  • Educación y prevención de enfermedades
  • Apoyo a negocios locales
  • Valores comunitarios

Los medios digitales están en auge: radios online, influencers locales, comediantes multiculturales y canales de TikTok que celebran el «ser surinamés» con humor y orgullo tranquilo.

6. Conclusión

Surinam es una nación donde el mestizaje no fue una utopía ni una imposición, sino una forma de vivir que sobrevive en cada plato, cada idioma y cada celebración compartida.

Su idiosincrasia es una invitación a comprender que la diversidad no necesita ser teorizada cuando se practica todos los días. Es un país pequeño, pero con una riqueza humana que lo hace grande, fuerte y profundamente auténtico.

Fuente: Sebastian Palacin Newell.