Por Palaking Honesto – «Madam Tusan»: Un Restaurante que No Cumple con las Altas Expectativas

En conclusión, "Madam Tusan" es un restaurante que cae en la trampa de ser un nombre famoso sin lograr ofrecer una comida que esté a la altura de su reputación. Aunque la arquitectura es impresionante y las salsas son sabrosas, la comida recalentada y la falta de frescura en los ingredientes impiden que este restaurante brille como se esperaba. Es una pena, porque una marca como la de Gastón Acurio merece algo mejor, y el público también.

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(Aeronoticias):

«Madam Tusan», un restaurante que nació bajo la dirección del renombrado Gastón Acurio, promete ser una joya de la cocina oriental y el chifa en Lima, pero lamentablemente, la realidad está lejos de cumplir con esas expectativas. Aunque el restaurante tiene una arquitectura impresionante y una atmósfera que invita a disfrutar, la experiencia gastronómica no logra estar a la altura de su reputación ni de la herencia culinaria de Acurio.

El primer golpe al llegar a la mesa es el arroz, un plato básico en la cocina asiática que debería ser fresco y bien preparado. Sin embargo, el arroz de «Madam Tusan» no está a la altura. Usualmente recalentado, pierde la textura esponjosa y la frescura que es clave en la cocina oriental. Es una decepción que, en un restaurante que se especializa en comida de este tipo, no se logre ofrecer un arroz bien ejecutado.

Lo más desconcertante de todo es que las salsas del restaurante parecen ser el verdadero atractivo. De hecho, son mucho más sabrosas y complejas que los propios platos. Las salsas, especialmente las de soya y la de mayonesa picante, tienen un sabor muy bien logrado y muestran la creatividad que uno esperaría de un restaurante de estas características. Sin embargo, las salsas no pueden salvar la experiencia general cuando el plato principal no está a la altura. Algunos de los platillos más esperados, como el chifa de pollo, llegan recalentados y con una presentación que dista mucho de lo que se espera de una cocina de calidad.

Es particularmente triste ver cómo un restaurante creado bajo el nombre de Gastón Acurio, quien es conocido por su contribución al resurgimiento de la gastronomía peruana a nivel mundial, cae en estos errores. Las expectativas son altas, pero la calidad de la comida no refleja el nivel de excelencia por el que Acurio es conocido. A pesar de que su sazón es agradable, no logra destacar lo suficiente como para justificar una visita repetida.

El servicio, aunque cordial, no logra impresionar. El personal parece estar bien entrenado, pero la falta de coordinación y los tiempos de espera son evidentes. El restaurante, aunque espacioso y bien decorado, no logra ofrecer la calidad de servicio que uno esperaría en un lugar de esta categoría. Además, la experiencia general se ve empañada por la inconsistencia en la calidad de los platos, lo que afecta la percepción general del lugar.

En términos de precios, «Madam Tusan» no es un restaurante barato, y por lo que se paga, uno esperaría una comida que realmente justifique el costo. Lamentablemente, no es el caso. Aunque el restaurante ha logrado crear un ambiente agradable, no logra ofrecer la experiencia gastronómica que uno esperaría de un lugar tan prestigioso.

En conclusión, «Madam Tusan» es un restaurante que cae en la trampa de ser un nombre famoso sin lograr ofrecer una comida que esté a la altura de su reputación. Aunque la arquitectura es impresionante y las salsas son sabrosas, la comida recalentada y la falta de frescura en los ingredientes impiden que este restaurante brille como se esperaba. Es una pena, porque una marca como la de Gastón Acurio merece algo mejor, y el público también.

Fuente: Sebastián Palacín