(Aeronoticias): Hace unos años, La Bistecca se consolidó como uno de los buffets favoritos de Lima: buena variedad, precios razonables y platos bien logrados. Sin embargo, en mis últimas visitas noté una caída en la calidad que no parece solo percepción, sino tendencia.
Comentarios reales capturados en línea respaldan esta experiencia:
“Ha bajado demasiado su calidad en comparación a lo que era antes de pandemia. No hay ni la mitad de los platos que solían haber. Lo que está en las fuentes está…”
Un comensal en Minube lo resumió así:
“Ha bajado mucho la calidad de la comida.”
Y usuarios de TripAdvisor también lo coinciden:
“Pedimos maracuyá sours y estuvieron desabridos, la comida terrible, el ‘lomo’ era bisteck de baja calidad (full grasa y nervios), el cau cau congelado.”
¿Qué cambió?
La impresión general es de menor frescura, precios que ya no reflejan calidad, y un buffet que ofrece variedad pero sin sabor. Un buffet ideal debería equilibrar cantidad con excelencia. Hoy, La Bistecca parece tener ambos en baja: menos platos, ingredientes “pasados”, y salsas sin gracia.
📸 Experiencia en mi última visita
Fui un sábado por almuerzo. El ceviche estaba tibio, pocas opciones bien presentadas, y el pollo a la brasa crujía seco en la superficie. El arroz chaufa carecía de sazón y textura. La estación de pastas mostraba pasta pasada del punto, y los postres no tenían ese cierre dulce y fresco que caracterizaba al lugar.
🔍 Diagnóstico: ¿Qué está fallando?
- Sabor flojo y texturas cuestionables: se percibe falta de rotación y control en los alimentos.
- Inconsistencia entre locales: algunos mantienen imagen y nivel, otros claramente bajan de categoría.
- Expectativa vs realidad: el precio actual —aproximadamente S/80 por buffet— choca con las sensaciones de calidad pobre.
💡 Recomendaciones para retomar su posicionamiento
- Garantizar rotación constante de alimentos, para que estén siempre frescos y bien presentados.
- Mejorar la supervisión de insumos, sobre todo en carnes y ceviches, garantizando cortes limpios y frescura.
- Capacitar el personal para mantener la temperatura adecuada y controlar la calidad en cada estación.
- Uniformizar estándares en todos los locales, garantizando que cada experiencia refleje la propuesta de la marca.
🔚 Conclusión
La Bistecca sigue siendo una opción por su tamaño, variedad y ambiente. Pero la crítica generalizada y mi última visita coinciden: hay un claro decaimiento en sabor, calidad y atención. Este buffet puede volver a ser uno de los mejores, pero sólo si mejora su consistencia, calidad de insumos y control de su oferta gastronómica. Hoy, su reputación va en retirada. Debe actuar pronto.
Fuente: Sebastian Palacin.