(Aeronoticias): Miles de pasajeros en Reino Unido enfrentan un verdadero caos luego de que una falla técnica afectara la tarde de este miércoles el sistema de control de tráfico aéreo justo cuando comenzaban las vacaciones escolares de verano. La interrupción, atribuida a un fallo en el radar, obligó al cierre del espacio aéreo londinense durante más de una hora.
¿Qué sucedió exactamente?
Una fuente del Departamento de Transporte británico informó que la falla en el radar duró 20 minutos, pero las consecuencias se extendieron mucho más allá. Aunque la incidencia fue corregida, los vuelos no pudieron reanudarse con normalidad de inmediato.
El proveedor de control de tráfico aéreo, NATS, comunicó a las 16:13 (hora local) que había logrado restaurar el sistema y que se encontraba en proceso de reanudar las operaciones habituales. Sin embargo, las demoras continúan.
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Retrasos masivos y desvíos
Según cifras de Cirium, una empresa especializada en datos aeronáuticos, hoy estaban programadas 3.080 salidas desde aeropuertos británicos, lo que representa más de 577.000 asientos. Las consecuencias del fallo se reflejaron en cientos de vuelos retrasados, con tiempos de espera estimados de hasta tres horas, al menos hasta las 21:00.
Varios aviones que se dirigían al Reino Unido tuvieron que ingresar en patrones de espera o ser desviados hacia otros aeropuertos, agravando la situación para los viajeros.
Origen del problema
La falla se originó en el centro de control de NATS ubicado en Swanwick, Hampshire. En un comunicado previo, la entidad pidió disculpas por los inconvenientes causados y señaló que sus ingenieros estaban trabajando intensamente para solucionar el problema lo más rápido posible.
“Nuestros ingenieros están trabajando arduamente para resolver el problema y estamos colaborando estrechamente con las aerolíneas para minimizar la interrupción”, expresó la compañía. Asimismo, instaron a los pasajeros a consultar con sus respectivas aerolíneas para verificar el estado de sus vuelos.
Un problema que no es nuevo
No es la primera vez que un incidente técnico colapsa el sistema aéreo británico. El 28 de agosto de 2023, un error técnico en el procesamiento de un plan de vuelo por parte de NATS provocó la paralización de vuelos en todo el país. Aquella jornada más de 700.000 personas resultaron afectadas, y el impacto económico se estimó en 100 millones de libras esterlinas, considerando pérdidas para aerolíneas, aeropuertos y pasajeros.
Fuente: aviacionaldia.com