Controladores aéreos exigen solución a presiones laborales

Hay en activo 1,050 controladores activos pero hacen falta un promedio de 500.

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(Aeronoticias): Las lluvias que azotaron al Valle de México la semana pasada y que obligaron a cerrar en dos ocasiones en menos de 24 horas, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), dejaron al descubierto no solo la vulnerabilidad de la terminal, sino también las condiciones críticas en que laboran los controladores aéreos: falta de personal, jornadas excesivas y, en esta ocasión, una falla en el sistema de comunicaciones que incrementó aún más su carga de trabajo.

En ese sentido, El controlador aéreo José Alfredo Covarrubias Aguilar, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (SINACTA) hace un llamado a las autoridades, pues actualmente, dijo, los controladores ya trabajan “bajo protesta”, debido a que no se les ha aumentado su sueldo y persiste falta personal, lo que implica que tengan jornadas extensas de trabajo, con el riesgo que esto conlleva.

“Que tomen las cosas en serio, que pongan atención, estamos estirando mucho la liga y no queremos que se llegue a un accidente para tomar medidas, la responsabilidad de que ocurra algo va a ser de las mismas autoridades y no del control ni de los pilotos”, precisó.

Indicó que están en espera para reunirse con las autoridades de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para abordar éste y otros temas.

Como se recordará, desde hace varias semanas, Covarrubias Aguilar ha denunciado la urgencia de contratar a más personal como operadores, pues la gente ya está “sobretrabajada, ya están al límite”.

Tan solo en Tampico, dijo, hay cuatro controladores para toda la semana, considerando que son dos posiciones, lo que significa que trabajan toda la semana, es decir, sin días de descanso.

Indicó que esto significa que la gente podría perder la noción de lo que están haciendo o dormirse, algo que no debe de suceder; y a esto se le suma la presión de los salarios que perciben.

“Mucha gente está muy molesta, no es necesario que hagamos un paro ni nosotros hagamos algo en contra de la aviación, sino solito va a colapsar, lo que lo están haciendo son las autoridades”, advirtió.

Precisó que incorporar nuevos controladores es tardado, ya que en promedio y dependiendo de sus habilidades, se puede tardar dos años, esto después de sus dos años de preparación académica.

Recordó que en activo hay 1,050 controladores activos y hacen falta un promedio de 500 y tan solo en este año se han contratado a cien; por lo que insistió en que harán falta 500 controladores adicionales, tomando en cuenta que el Plan Nacional de Desarrollo, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, se tiene contemplado abrir más aeropuertos.

Situación en el AICM

José Alfredo Covarrubias Aguilar, explicó a A21 que las operaciones no se pueden detener por inundaciones o poca visibilidad, sino que muchas veces los vuelos se tienen que dirigir con “seguridad, hacia donde el piloto decida”, tal y como ocurrió la semana pasada en el AICM, provocando la afectación a 19 mil 500 personas, con 120 vuelos demorados.

En entrevista con este medio, Covarrubias Aguilar comentó que los pilotos normalmente eligen un aeropuerto alterno con instrucciones de su aerolínea -previamente a la salida del vuelo- y que en el caso de las aerolíneas extranjeras eligen el Aeropuerto Internacional de Acapulco, debido a que reúnen las condiciones de personal de tierra para atender.

Precisó que la empresa Aeroméxico también elige ese aeropuerto como alterno en caso de que el AICM cierre por cuestiones climatológicas; mientras que el resto de las aerolíneas lo determinan en el aire, además de que, también, depende de la capacidad que haya.

Mencionó que Acapulco tiene menos capacidad que el AICM y que cuando éste se satura, los controladores de ese aeropuerto les dicen que “ya no caben más aviones”, por lo que se tiene que buscar otras alternativas como el Bajío, Querétaro, Guadalajara, Morelia, entre otros.

Añadió que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ha sido una alternativa, pero reconoció que no fueron enviados muchos vuelos hacia allá.

“La operación se vuelve muy compleja, porque hay que estar redirigiendo a los aviones, además de alimentar a los aviones con la computadora que le transmite los datos a la pantalla del radar, lo que representa más actividades y más carga de trabajo”, dijo.

A esto, añadió, se le sumó que entre 15 y 17 minutos del miércoles 13 de agosto -un día después del segundo cierre del AICM por efecto de las lluvias- se presentó una falla de comunicación en la que los radios dejaron de funcionar.

“Esto fue una situación crítica para los controladores, si falla el radar no pasa nada, más que no los estamos viendo, pero nos podemos comunicar y tomar alternativas, pero si la comunicación falla, sí es algo delicado porque sí hay desviaciones o una emergencia, no hay manera de atenderlos.

“Ves en la pantalla que se están desviando o están haciendo cosas raras, eso es más angustia, pues como separas a los demás aviones, pues tampoco hay comunicación con ellos”, externó.

Por ello, dijo, se tiene que tomar alternativas que ya están en los manuales, donde se les pide a otras estaciones de control de tránsito aéreo que sintonicen la frecuencia del Centro de Control que corresponda y les den instrucciones a esos aviones con el peligro de que no haya alcance en sus radios.

El secretario general del SINACTA precisó que este problema se ha presentado “muy segmentado” en algunos sectores, pero aclaró que en el Centro de Control se toman alternativas.

Indicó que esta falla debe ser determinada por los ingenieros de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), pero expresó que lo que ocurrió la semana pasada fue un conjunto de factores “la lluvia, falta de refacciones, falta de mantenimiento, el mismo mal tiempo por las tormentas eléctricas, mismas que afectan a los equipos”.

Fuente: A21.com.mx