(Aeronoticias): Aviación Digital, Sp.- Más de 3,000 trabajadores de las plantas de Airbus en Broughton (Gales) y Filton (Bristol) iniciarán una huelga de 10 días a partir del 2 de septiembre de 2025, tras rechazar la última oferta salarial de la compañía.
Según el sindicato Unite, que representa a los empleados, la acción fue respaldada por el 90% de los trabajadores en una votación reciente, reflejando el descontento con un aumento salarial que no compensa la inflación del 3.8% registrada en julio de 2025. Estas instalaciones son clave para la fabricación de alas de aviones comerciales como el A320 y A350, así como del avión militar A400M.
Impacto en la producción aeronáutica
La huelga, programada para los días 2, 3, 10, 11 y del 15 al 20 de septiembre, podría generar retrasos en la producción de componentes esenciales, afectando la cadena de suministro de Airbus en Europa. La compañía se enfrenta una presión significativa para cumplir su objetivo de entregar 820 aviones en 2025, habiendo completado solo 373 entregas hasta julio. La interrupción en la fabricación de alas podría agravar los desafíos existentes, como la escasez de motores y piezas, impactando a clientes y proveedores en toda la región.
Demandas de los trabajadores y respuesta de Airbus
El sindicato Unite, liderado por Sharon Graham, sostiene que Airbus, con beneficios récord, debe garantizar salarios que reflejen el valor de su fuerza laboral altamente especializada. “Los trabajadores de Airbus merecen un acuerdo que reconozca su contribución al éxito de la empresa”, afirmó Graham. Por su parte, Airbus defiende que su oferta incluye un aumento acumulado del 20% en los últimos tres años y un bono de 2,644 libras otorgado en abril de 2025, calificándola como competitiva. La empresa ha expresado su disposición a negociar para evitar mayores disrupciones.
Repercusiones en la industria
El conflicto laboral en Reino Unido se suma a tensiones previas en otras plantas de Airbus, como los paros en España en 2024, y pone de manifiesto los retos de la industria aeronáutica para equilibrar demandas laborales con la competitividad global. Expertos advierten que una paralización prolongada podría retrasar entregas y aumentar costos, afectando la confianza de los clientes en un sector ya tensionado por la recuperación postpandémica y la alta demanda de aviones.
Perspectivas de resolución
Unite ha indicado que la huelga busca presionar a Airbus para retomar las negociaciones con una oferta mejorada, sin intención de paralizar indefinidamente la producción. Sin embargo, si no se logra un acuerdo antes de septiembre, el conflicto podría escalar, afectando no solo a Airbus sino también a la industria aeronáutica europea. La evolución de las negociaciones será clave para determinar el impacto a largo plazo.
Fuente: aviaciondigital.com