(Aeronoticias):
La ruta Lima – Paro abre la puerta a uno de los destinos más enigmáticos y espirituales del mundo: el Reino de Bután. Aunque no hay vuelos directos desde Lima, es posible llegar con escalas en Madrid, Dubái, Nueva Delhi o Bangkok, y luego tomar un vuelo regional hacia el Aeropuerto Internacional de Paro (PBH), el único del país. El viaje completo puede durar entre 30 y 35 horas, pero la experiencia de llegar a uno de los países más exclusivos y protegidos del planeta lo convierte en una travesía inolvidable.
Bután, conocido como el “Reino de la Felicidad”, es famoso por su enfoque en el bienestar de sus habitantes, su cultura budista profundamente arraigada y sus paisajes montañosos que parecen salidos de un sueño.
Experiencias para cada tipo de viajero
- Sector A: Los pasajeros premium optan por cabinas business en aerolíneas de alta gama y vuelos conectados con Druk Air o Bhutan Airlines. En destino, se hospedan en resorts de lujo como el Amankora, el Six Senses Bután o el Como Uma Paro, que ofrecen experiencias exclusivas como ceremonias privadas en templos, caminatas guiadas al Monasterio Taktsang (Nido del Tigre) y cenas gourmet con vista al Himalaya.
- Sector B: Viajeros de clase media eligen paquetes organizados con alojamiento en hoteles boutique de 3 y 4 estrellas. Sus itinerarios incluyen visitas culturales a Punakha y Thimphu, recorridos guiados por dzongs (fortalezas-monasterios) y caminatas de mediana dificultad por los valles de Paro y Bumthang.
- Sector C: Mochileros con presupuestos ajustados optan por tours grupales económicos que incluyen estadías en guesthouses locales, comidas sencillas y guías comunitarios. Disfrutan de caminatas, visitas a templos y la interacción con habitantes locales en mercados y pueblos.
Cultura y turismo
Bután es un país que ha sabido preservar su identidad. En Paro, el imponente Monasterio Taktsang, construido en un acantilado a más de 3,000 metros de altura, es una parada obligatoria. Thimphu, la capital, ofrece una mezcla de tradición y modernidad, con museos como el Museo Textil Nacional y el Memorial Chorten.
Los valles de Punakha y Phobjikha son ideales para quienes buscan naturaleza, con arrozales, bosques y vistas a las montañas nevadas. Además, festivales como el Paro Tsechu y el Thimphu Tshechu, con danzas tradicionales y coloridos trajes, son una ventana al alma cultural de este reino.
Negocios y educación
Aunque Bután no es un destino tradicional de negocios, el país está abriendo oportunidades en turismo sostenible, energías renovables y artesanías. Ejecutivos peruanos que buscan explorar estos sectores utilizan esta conexión para reuniones con empresas locales, siempre bajo permisos especiales del gobierno.
En educación, instituciones como la Royal University of Bhutan colaboran con programas internacionales enfocados en desarrollo sostenible, conservación ambiental y estudios culturales, atrayendo a estudiantes de todo el mundo.
Gastronomía para todos los gustos
La gastronomía butanesa es una experiencia única que mezcla especias, vegetales frescos y un toque de picante:
- Sector A: Restaurantes exclusivos en resorts de lujo que reinterpretan platos tradicionales con técnicas contemporáneas, como el famoso ema datshi (chiles con queso) y guisos de carne orgánica.
- Sector B: Restaurantes locales en Thimphu o Paro que ofrecen combos completos con arroz rojo, vegetales, pollo al curry y sopa de lentejas por precios entre 20 y 40 dólares.
- Sector C: Pequeñas casas de comida comunitarias donde, por menos de 10 dólares, se pueden degustar platos auténticos como momo (dumplings), thukpa (sopa tibetana) y té de mantequilla.
Costos aproximados por segmento
- Sector A: USD 10,000 – 12,000 (business class, resorts de lujo, experiencias privadas).
- Sector B: USD 4,500 – 6,000 (turista premium, hoteles 3-4 estrellas, tours organizados).
- Sector C: Desde USD 3,000 (vuelos económicos, hospedajes sencillos y transporte compartido).
Accesibilidad y transporte
El Aeropuerto Internacional de Paro (PBH), rodeado por montañas, es considerado uno de los más desafiantes del mundo y solo pilotos especializados pueden aterrizar allí. El transporte interno es limitado pero confiable, con taxis autorizados y vehículos de agencias de turismo.
Mejor época para viajar
La mejor temporada para visitar Bután es entre marzo y mayo, cuando las montañas están llenas de flores, y entre septiembre y noviembre, con cielos despejados y clima ideal para trekking. El invierno ofrece paisajes nevados, pero con temperaturas bajas y accesibilidad más reducida en algunas rutas.
Conclusión
La ruta Lima – Paro no es solo un viaje, es una experiencia transformadora que invita a desconectarse del mundo y reconectarse con la naturaleza, la espiritualidad y la cultura. Con opciones para todos los presupuestos y perfiles de viaje, esta conexión se posiciona como una de las más exclusivas y enriquecedoras para los peruanos que buscan aventuras auténticas en el corazón del Himalaya.
Fuente: Sebastián Palacín